Parece que la pandemia en La Legua ha dejado algo positivo, como es la creación de su Asociación de Vecinos.

Ha sido el revulsivo que necesitaba el barrio para empezar a caminar solo, lo único positivo. Nos hemos conocido como vecinos y se ha creado una amistad. Al salir a aplaudir todos juntos aprovechamos para conocernos. El tiempo en el que no podíamos podíamos alejarnos un kilómetro de nuestras casas nos obligó a pasear por el barrio, y al hacerlo, nos dimos cuenta de todas sus carencias, de que no teníamos nada.

 Hasta ahora, tenemos claro que en La Legua ha faltado voluntad política de desarrollo de equipamiento público y social. De allí que haya nacido el malestar del barrio sobre su abandono. Nuestro deseo es que, de la mano del Ayuntamiento, consigamos un barrio decente y habitable. Pensamos que sería muy sencillo, porque tenemos poco espacio público y no pedimos grandes recursos. Pedimos más contenedores, aparcamientos y luz. Como vecinos, nuestro proyecto es que desarrollen el barrio, no con casas, sino con espacios públicos.

¿Cuántos socios tiene la Asociación?

En el chat participan alrededor de 250 familias, por lo que tenemos un alcance de más de mil personas, sin contar con los que no pertenecen al chat, pero están informados de manera individual. Probablemente, comenzaremos la captación de socios esta semana, ya lo tenemos todo preparado. La gente se tiene que apuntar para que podamos tener más peso. Porque ahora prácticamente todo lo que se está construyendo en Toledo está en La Legua.

¿Cuáles son a corto plazo los objetivos de la Asociación?

Lo primero, en lo relacionado con las infraestructuras, es una zona, tipo bulevar, de recreo, donde los vecinos podamos pasear y los niños se encuentren. La Asociación ha nacido por la carencia de espacios públicos comunes y esto es lo más necesario.

Queremos una especie de bulevar verde, que surja del parque principal de la primera rotonda de La Legua, y pase por detrás del pabellón. Que se construya algún sendero verde, y donde esté más llano, zonas de recreo. Al lado del pabellón, donde está totalmente liso, tendría que haber equipamiento deportivo para los niños, porque es la única zona que tenemos para ello. En principio, tenemos prevista esta semana una reunión con el Ayuntamiento, y este es el principal proyecto que le llevamos, totalmente desarrollado.

Como otras zonas de la ciudad, parece que La Legua ha surgido sin demasiado sentido común urbanístico.

Si Toledo está construido a saltos, aquí lo han hecho en un trozo de una colina, sin ningún tipo de planificación. Y tenemos un ejemplo de cómo se puede hacer razonablemente bien: Valparaíso es otro monte de características similares, pero sí tiene una planificación más ordenada, con muchas más zonas verdes reales (no barrancos, como aquí) y zonas llanas donde se están construyendo espacios comerciales y parques. Además, de forma interna, todas las promociones tienen sus zonas verdes y aparcamientos.

Al final, ¿pudieron los vecinos aportar sus propuestas en el bosque urbano?

El bosque se ha plantado en un parque urbano consolidado, que el Ayuntamiento tenía abandonado.  Nuestra demanda era, por un lado, como en La Legua tenemos diferentes espacios verdes de casi imposible aprovechamiento por la orografía, plantar los árboles allí, y hacer el parque de Jerónimo de Ceballos con una planificación para su futuro desarrollo. Queríamos que estuviera planificado y que el bosque no se pudiera comer un parque. Pero el Ayuntamiento tenía ya muy avanzado todo. Al final se ha plantado sin ningún tipo de planificación, como se reconoció. Tuvimos una reunión informal con el Ayuntamiento, donde nos dijeron que no habría ningún problema en dejar los árboles donde hicieran menos daño para el futuro desarrollo del parque, pero a la hora de la verdad, no lo han cumplido del todo, los pinos se han plantado en la parte llana, que es donde, se podrían desarrollar zonas recreativas y de juego. Ahora el futuro desarrollo del parque dependerá de la voluntad del Ayuntamiento. Todavía es posible, pero tiene que haber una voluntad de trabajo.

Una vieja reivindicación es la pasarela con Valparaíso.

Necesitamos y queremos ir de la mano con Valparaíso, porque tenemos muchos proyectos que nos unen. La pasarela es el gran objetivo de toda la zona. El Ayuntamiento ha decidido que es un mismo barrio y que compartamos servicios. De forma que hay un colegio público, pero está en Valparaíso, como la zona de comercio, la iglesia y los parques. Pero para ir a Valparaíso, tenemos que coger el coche, porque hay una cuesta de enorme pendiente y cuarenta minutos andando. Los niños no pueden ser independientes.

¿Falta tanto aparcamiento?

Es algo que nos preocupa muchísimo. Hay promociones de chalets que han entregado ya y carecen de zona de aparcamiento propio y no están previsto más. Todo ello en un barrio en el que ya no había aparcamientos. A eso, añádele que la zona de pisos tampoco tiene aparcamientos. Para veinte bloques de pisos habrá tres plazas públicas de aparcamiento.

¿Qué problemas hay de acerado?

El acerado está en muy malas condiciones, tenemos agujeros en varias zonas, con alcorques sin árboles desde hace años. El problema es la desidia.

Otra antigua reivindicación es la mejora del transporte público.

Los niños no tienen posibilidad de ninguna independencia en esta parte del barrio. Llevamos muchos años pidiendo una especie de circular con Valparaíso, al menos para las entradas y salidas al colegio. Serían necesarios un par de turnos a la entrada y otros a la salida.

Parece que La Legua pide a gritos una zona educativa también.

No hay zonas educativas, pero oficialmente el colegio de Valparaíso es el de esta zona. Las dotaciones que tenemos en La Legua son privadas y nosotros casi no las usamos. Así que hay un problema de tráfico y no lo disfrutamos.

¿Qué problema hay con la basura?

Llevo aquí viviendo quince años y desde entonces no se han ampliado los contenedores. De forma que la zona de los nuevos pisos, ya entregados, carece de cualquier tipo de zona de recogida de residuos. Les obliga a tener que ir a los contenedores de la avenida de La Legua, que están  constantemente llenos, sin que se haya ampliado la frecuencia de recogida. Además son contenedores obsoletos y destrozados. A cualquier hora que pases, ves basura en la calle.

¿Qué acogida ha dado el Ayuntamiento a la nueva Asociación?

Hasta la fecha, ninguna. Ha habido llamadas telefónicas para concertar una reunión, pero seguimos esperando que nos den cita. También hemos pedido a Juan José Pérez del Pino un espacio público para que nos podamos reunir, que ahora lo hacemos en la calle. Tendrá que ser en el centro cívico de Valparaíso.

Vamos a solicitar entrar en el Consejo de Participación, después de que este viernes tengamos nuestra Asamblea Constituyente. El lunes nos inscribiremos.

A colaborar allí con Río Chico.

Tenemos proyectos comunes. Muchos de nosotros seguimos perteneciendo a Río Chico. Tuvimos una reunión al principio para informarles de nuestro nacimiento, y la verdad es que hemos estado centrados en nuestra constitución y muchas actividades que tenemos preparadas para las navidades.