Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


La resistencia toledana

16/12/2021

Puente de diciembre: Toledo sigue imparable su camino hacia la Capitalidad Europea de la Cultura 2031, nótese la ironía, acogiendo turistas por doquier, subyugados por las luces de Navidad y convirtiendo la plaza de Zocodover en una maraña ocupada por un escenario, unos cuantos puestos de artículos de estas fechas, un belén, un árbol de Navidad y miles de personas ansiosas por abrirse paso en esa jungla. Con mascarilla casi todas, eso sí.
Seguro que pocos de esos visitantes tenían conocimiento de que Toledo se encuentra inmersa, es un decir, en la celebración del Octavo Centenario de Alfonso X el Sabio. Ni sabían de la existencia de un magnífico Circo Romano, lindando con la antigua capital visigoda sepultada en Vega Baja. Solo unos cuantos habrán disfrutado de los espléndidos atardeceres que ofrece nuestra ciudad, que nada tienen que envidiar a los del Jardín del Moro en Oporto. Eso sí, nuestros turistas tienen experiencia en el caos del tráfico, acrecentado con la osada intención de alguno de ellos de acceder a la zona histórica en su coche. Porque nada les detiene. Porque ningún responsable municipal les impide con celo merodear siquiera por una joya patrimonio de la humanidad. Claro, tampoco se da buena imagen con una escalera mecánica en la estación de autobuses que no funciona desde hace siglos, aderezada con las continuas averías del remonte de Safont.
Aquí se ha establecido la resignación: «hay mucha gente y eso es muy bueno». Ése ha sido el mensaje tolonista, refutado no solo por la oposición, menos mal, sino por los aguerridos vecinos del Casco que han iniciado una recogida de firmas, en plena desesperación, para ver si la alcaldesa y su grupo despiertan de su continua autosatisfacción, para atender a los residentes, esos a los que reclamarán el voto dentro de poco más de un año. Bravo por esa resistencia toledana, empeñada, asimismo, en que el Hospitalito del Rey sea residencia de mayores. Los vecinos, no solo los del Casco, han de asumir el protagonismo que los políticos no les otorgan en una ciudad sin proyecto de futuro. Ni de presente. Ahora, tras el anuncio de la llegada de 11 millones de euros «para crear un nuevo modelo de turismo sostenible» (¿?), espero que ese maná se concrete en proyectos que cuenten con el consenso de los toledanos y no en dinero para sufragar iniciativas vanas de los amiguetes.
Y es que ando mosqueada. Les cuento: a principios de diciembre, los concejales García y García, Teo y Pablo, asistieron a la inauguración de «un nuevo espacio cultural y artístico» en el moribundo barrio de Palomarejos que, curiosamente, regenta el profesional que se barajaba para dirigir la polémica 'teletolón'. No me queda claro si el espacio 'Vamos a montar un circo', certero nombre, es subvencionado por el Consistorio. Lo que sí ha comunicado el gabinete del Ayuntamiento es que cuenta con una radio 'libre' y una productora de cine. Aplaudo al señor director de esta iniciativa si invierte su propio dinero. Y censuro al equipo de Gobierno si ha decidido otorgar, por su cuenta y riesgo, ese Circo a una empresa concreta. Y si ahí se esconden los estudios de 'teletolón', que lo digan a las claras, con los números encima de la mesa y la transparencia como bandera. Les recuerdo que no queremos ser Capital de la Trivialidad, sino de la Cultura. Qué menos.