Uno de los cuatro fallecidos en la fuerte explosión de ayer en Madrid es un vecino de La Puebla de Almoradiel. Así lo ha hecho público el Ayuntamiento de la localidad en sus redes sociales, donde muestra sus condolencias a toda la familia.

Se trata de un padre de familia de nombre Javier, con 45 años. «Es un desastre total», decía a este diario el alcalde, conmocionado como todo este pueblo de unos 5.000 habitantes. La víctima era albañil y regentaba una empresa de construcción. Frecuentaba la capital para hacer reformas, y trabajaba en un edificio aledaño al de la explosión. El suceso le sorprendió en la calle, según relata el alcalde. «Salía a la furgoneta a por herramientas», señaló sobre la tragedia que ha mantenido en vilo a todo el país desde ayer a las 15 horas.

«Estamos consternados. En estado de shock», subraya porque la víctima y toda su familia pertenecen a esta localidad manchega.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha manifestado sus condolencias a la familia de Javier a través de su cuenta de twitter. «Estamos consternados ante este terrible suceso», afirma García-Page

Los bomberos y técnicos del Ayuntamiento de Madrid planifican esta mañana su actuación en el edificio que este miércoles sufrió una explosión de gas en la calle Toledo de la capital que dejó cuatro víctimas mortales y una decena de heridos, y en el que desde primera hora se han reanudado las labores de saneado y desescombrado.

Los bomberos han permanecido toda la noche en la zona del edificio de forma preventiva, y con las primeras luces del día se han reanudado las labores de desescombro y saneamiento de todos los elementos inestables dañados por la onda expansiva, tareas en las que colaboran otros organismo municipales con maquinaria pesada de obra.

Además, según fuentes de Emergencias Madrid, hay también técnicos del ayuntamiento y de la compañía de gas colaborando en la revisión del edificio, analizando la situación para planificar los trabajos que se van a realizar a lo largo del día.

Todavía no se ha tomado la decisión de si se va a demoler el inmueble siniestrado y de momento se trabaja para desescombrar la zona con el fin de que pueda recuperar la normalidad.

La calle de la explosión amanecía con la presencia de vehículos de emergencias de Madrid capital y del 112, de la Policía Nacional y de los agentes de movilidad, que evitaban el paso de curiosos o que se acercase demasiado el nutrido grupo de periodistas que se encuentra en el lugar.

Varias cintas colocadas por los agentes apartan a los informadores y viandantes para facilitar el paso de una excavadora, que ha seguido retirando escombros del suelo, y de camiones de obra.