Se llevó la primera alegría de la temporada el Talavera tras doblegar por la mínima en el Estadio Romano a un Mérida reconstruido, candidato a luchar por cotas altas pero sin el rodaje necesario para inquietar. Lució mejores atributos el conjunto talaverano, dictatorial por momentos en la posesión, incisivo por los costados y más efectivo en las áreas. 

Salió mejor en los compases iniciales el Mérida. El equipo emeritense entró al partido bien posicionado sobre el terreno de juego, consiguiendo dominar la posesión del balón y buscando el ataque por medio de balones largos que el Talavera repelió sin demasiados contratiempos. Superado el minuto diez de juego, el cuadro talaverano consiguió arrebatarle el control del esférico a los locales y empezó a generar peligro por los costados, con mayor efecto por el derecho.  

Había cambiado el decorado inicial y la primera gran ocasión llegó al cuarto de hora de partido. Tras una buena combinación por banda izquierda, Góngora puso un balón muy peligroso que la defensa local consiguió despejar a saque de esquina. En el lanzamiento de córner, el conjunto manchego exigió la respuesta de Javi Montoya, que evitó el tanto de un Talavera crecido. Siguió asustando el cuadro talaverano, que volvió a probar suerte con un disparo desde la frontal de Toño Calvo. Pocos minutos después, el propio Toño volvió a inquietar al Mérida, esta vez con un cabezazo que salió cerca del palo.

El Mérida se deshizo superado el ecuador del primer tiempo del  asfixiante control visitante. Sin embargo, pese a llevar de nuevo la manija, los locales no pudieron crear peligro gracias a la agobiante presión que ordenaba desde el banquillo Víctor Cea.

Ceberio pudo sorprender a la defensa local, poniendo algo de ritmo cuando el Talavera conseguía robar el balón. El extremo logró desbordar en banda derecha, pero su centro fue muy manso a las manos de Montoya. El equipo manchego volvió a tener la oportunidad de adelantarse en el marcador a falta de cinco minutos para el descanso en una falta botada por Góngora que acabó en un tumulto del que Añón consiguió armar un disparo que fue repelido por la defensa local.

El paso por los vestuarios le sentó mejor al Mérida, que en menos de cinco minutos creó más peligro que en toda la primera mitad. Los locales salieron a buscar la portería de Edu, sin embargo, la defensa foránea pudo frenar los impulsos gracias a un Mario bastante inspirado. Góngora trató de asustar al Mérida por medio de un disparo desde el centro del campo al ver al portero adelantado. El chut del lateral se marchó muy alto, pero sirvió para quitarse de encima el control del colectivo anfitrión.

El lateral no se amedrentó y volvió a buscar portería desde casi el centro del campo con un disparo de falta que obligó a Montoya a sacar el balón a saque de esquina. El propio Góngora botó el saque de esquina, que el imponente Toño Calvo consiguió mandar al fondo de la red.   

El gol sirvió para poner tierra de por medio y afianzar las sensaciones positivas. El Talavera siguió creciendo con el balón, generando peligro a balón parado con un Góngora excelso, que no paraba de generar peligro. El lateral se animó a probar suerte tras un saque de esquina, pero su disparo con la pierna derecha acabó en las manos de Montoya.

El Talavera mantuvo el control del balón y encontró en el recién entrado al terreno de juego Héctor una nueva oportunidad. El delantero consiguió plantarse en el área, pero no pudo conectar un buen disparo, desaprovechando la oportunidad de amarrar el triunfo.

A falta de diez minutos para el final, las prisas llegaron al plantel del Mérida, que buscó con más intensidad la portería de Edu. A falta de siete minutos llegó la oportunidad más clara para los locales con un balón largo que cazó Tovar. La ocasión se perdió en el limbo para alivio del Talavera.

Lo intentó con ahínco el conjunto emeritense, pero no pudo volver a gozar de una oportunidad similar en los escasos minutos que quedaban. El Talavera consiguió defender su portería haciendo gala de una gran solidez defensiva y consiguió salir del Romano con los tres primeros puntos de la campaña.