Las consecuencias de la nevada Filomena aún se pueden ver en muchos puntos de la ciudad. La masa arbórea de Toledo fue de lo más castigado, con unas perdidas superiores al 20% de ejemplares. El parque de la Vega fue una zona especialmente castigada, por la antigüedad y frondosidad de sus ejemplares. Allí, muchos árboles centenarios fueron directamente arrasados, víctimas del peso de la nieve. Otros, como el magnífico eucalipto que coronaba la entrada a la avenida de la Reconquista, no aguantó las bajas temperaturas -con mínimas por debajo de los quince grados bajo cero- y terminó secándose.
Se trataba de un eucalipto con un espléndido porte, que rondaba los cien años, ya que debió ser plantado en la zona después de la Guerra Civil. Sus ramas se levantaban más de 20 metros, y contaba con una frondosidad tremenda que se encargaba de dar sombra a toda esa bajada escalonada del parque.
En la tarde del pasado jueves comenzaron los trabajos de tala. Fue necesaria la presencia de la autoescala de los bomberos de Toledo para poder comenzar el trabajo, ya que ninguna empresa de poda y tala cuenta con maquinaria para llegar a semejantes alturas. Tras cortar trozo a trozo las partes más elevadas, el viernes por la mañana se podía ver a los operarios de la empresa adjudicataria retirar los enormes troncos del eucalipto, un trabajo que aún se prolongará para retirar el ejemplar ya muerto.