Las Ferias más singulares de la historia de Talavera, obligadas por la pandemia, echaron ayer el cierre y lo hicieron de la manera más solidaria. Litros y kilos de alimentos no perecederos con destino a Cruz Roja fueron el brillante fin de fiesta para una tarde de atracciones que además sumaba el Día del Niño. A cambio, un tique para subir a cualquiera de las atracciones.

Los tres accesos habilitados para entrar al recinto ferial acogieron los puestos para dar forma a la iniciativa de la Asociación de Feriantes en colaboración con Cruz Roja Talavera, cuyos voluntarios recogieron la comida. La iniciativa obtuvo una respuesta masiva, y las filas para obtener el boleto gratis se formaron mucho antes de la hora de inicio, tanto que algunas familias optaron por entregar la comida sin esperar ni la fila ni la entrada gratuita.

Los miembros de Cruz Roja y Protección Civil, que vigilaban para que todo se desarrollara con normalidad, se mostraron abrumados ante el despliegue de solidaridad y, aunque lo dudaron, finalmente decidieron no poner límite de entradas por persona. Muchos portaban bolsas enteras con kilos de legumbres, azúcar o pasta. Otros, por el contrario, optaron por litros y litros de leche que  después se transformaron en un fin de fiesta ferial que no olvidarán. Visto lo visto, algunos estuvieron horas de una atracción a otra.