En el acto de renovación del técnico, Diego Merino, también estuvo el presidente del CD Toledo, Joaquín Sánchez-Garrido, que dijo estar «encantado» con la decisión. Desde su prisma, hay que darle valor a esta renovación porque «se hace en un momento en el que todavía no hemos ganado nada».
Por lo demás, el mandatario entiende que es «una apuesta recíproca a largo plazo; él ha apostado por nosotros y nosotros por él», ya que, según añadió, en el club están «extremadamente cómodos con su forma de trabajar» y consideran a Diego Merino y a su cuerpo técnico «las personas adecuadas para devolver al CD Toledo al fútbol profesional».