Las consecuencias de las riadas por la DANA de comienzos de mes siguen aflorando en la ciudad agravadas por las lluvias de esta semana. La cantidad de agua que cayó sobre la ciudad y sus alrededores provocó el desbordamiento de todos los arroyos; entre ellos el de Ramabujas, en el Polígono.

La particularidad de este último caso no está en los daños materiales que causó su crecida, sino en el arrastre de los cientos de kilos de amianto incrustado en su cauce que ahora lucen al descubierto tras el paso del agua.

Además, como el cauce original del arroyo fue desviado para poder sellar el amianto, los sacos en los que se precintó para su sellamiento han sido desenterrados por el paso del agua, con el consiguiente riesgo de que se rompan y se produzca un nuevo vertido contaminante de amianto.

La riada en Ramabujas arrastra y hace aflorar el amianto - Foto: David PérezLa asociación de vecinos ‘El tajo’ dio ayer la voz de alarma, afirmando que los hechos han demostrado lo que ellos defendieron desde un primer momento, que «el sellado no es la solución».

Los vecinos han denunciado que se observa todo el actual cauce del arroyo con una capa de barro «blanquecina», sin saber si ese color se debe a lodos de amianto por el vertido original de la empresa Ibertubo que han sido arrastrados. Lo mismo ocurre con tuberías y otros materiales de fibrocemento, que antes estaban enterrados y que ahora el agua ha dejado al descubierto en la superficie.

Desde la Plataforma ‘Mi Barrio Sin Amianto’ afirman que intuían que algo así pudiera llegar a pasar. Los trabajos en la zona quedaron a medias tras la decisión de cambiar de empresa por parte de los propietarios de la parcela y Tragsa se retiró antes del verano sin llegar a concluir el sellado.

La riada en Ramabujas arrastra y hace aflorar el amianto«Todo lo que estaba integrado en el cauce del arroyo sabíamos que iba a caer cuando hubiera erosión, pero desconocemos realmente la situación del resto de las zonas», confiesan desde la Plataforma, que aseguran estar en contacto con las administraciones y otras asociaciones para tratar de que el problema del amianto se solucione cuanto antes en Santa María de Benquerencia.

Con todo, señalan que «una riada es una riada», y que nadie podía calibrar algo así, pero piden a las administraciones que valoren la situación y se realice un informe del Ramabujas para poder calcular los daños en la zona (el nuevo cauce presenta también desperfectos) y  se pongan las medidas para que ese amianto sea retirado o se entierre en un lugar donde no vuelva a aflorar.