«No podemos caer en la euforia de que la pesadilla terminó»

L.G.E.
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El jefe superior de la Policía Nacional en la región, Félix Antolín, admite que los datos de la pandemia remiten, pero que hay que seguir atendiendo las indicaciones

«No podemos caer en la euforia de que la pesadilla terminó» - Foto: A.Perez Herrera

Ellos, los policías nacionales, están día a día en la calle viendo cómo se van relajando las restricciones de la pandemia, restricciones que les han sumado una nueva tarea durante el último año y medio, la de controlar que se cumplían. El jefe superior de la Policía en Castilla-La Mancha, Félix Antolín, reconoció esta mañana que los datos de contagios y hospitalizaciones de coronavirus están empezando a remitir, pero recuerda que «debemos seguir atendiendo todas las indicaciones de las instituciones». Y mandó un mensaje de prudencia: «No podemos caer en la euforia de que esta pesadilla ha terminado».  

Antolín hizo estas declaraciones en el día de la Policía Nacional, el de los Santos Ángeles Custodios, que hoy se ha celebrado en la sede de la Jefatura de Toledo. Destacó que en estos tiempos la Policía Nacional «ha tenido que adaptarse desde todos los aspectos, incluso en el organizativo» por la llegada del coronavirus, pero quiso «reconocer sin ninguna ambigüedad que los auténticos héroes durante la pandemia han sido los hombres y mujeres del mundo sanitario» y mencionó también el personal de residencias, de limpieza o los conductores de ambulancia:  «Han dado todo lo que tenían que sí».

A los ciudadanos les agradeció que hayan acudido de forma mayoritaria a centros de vacunación y que han atendido los requerimientos que les ha hecho la Policía Nacional. Y a sus agentes les quiso valorar que no solo han afrontado una pandemia, sino que también han estado ahí ante inclemencias meteorológicas como nevadas y riadas. Y todo ello «sin olvidar las funciones tradicionales de prevención e investigación de delitos». Es más, quiso subrayar que se ha conseguido disminuir la criminalidad. 

«No podemos caer en la euforia de que la pesadilla terminó»«No podemos caer en la euforia de que la pesadilla terminó»Precisamente por la situación vivida por la Covid, una de las cruces al mérito policial que se entregaron esta mañana fue para Belén Granados, facultativo médico de Policía Nacional. Ella explica que la condecoración la ha recibido por la «intervención de la unidad sanitaria» ante la pandemia. «Fue un año duro, con incertidumbre, con mucho desconocimiento», recuerda, «haciendo mención a nuestro patrono, intentamos cuidar, acompañar, salvaguardar la seguridad de las personas que estaban trabajando y acordarnos de los que estaban enfermos».

Un año y medio de investigación y una vida en un minuto

El tiempo marca la diferencia. Lo sabe bien el oficial de policía Francisco Hernández López, uno de los condecorados por intervenir con una rapidez crucial para salvar una vida. «Estábamos en la calle, con la radio patrulla y fue un requerimiento», recuerda, «la madre llamó comunicando el hecho al 091 y la suerte es que estábamos muy próximos al lugar donde se encontraba la pequeña, en menos de un minuto estábamos en contacto con ella». La niña se estaba atragantando, pero los policías llegaron, hicieron la maniobra de Heimlich y lograron sacar el cuerpo que estaba obstruyendo las vías respiratorias.

En el caso de Marta Camacho, policía de la Brigada Judicial de Toledo el tiempo también fue fundamental para que la operación ‘Pensiones’ acabara con éxito, pues desmanteló una red de 15 detenidos que estafó a 39 víctimas. En concreto fue un año y medio de investigación. «Al principio cuando llega la denuncia lo más complicado es ver un poco cómo se orienta», reconoce.

Tierraseca apunta que hablar de seguridad es hablar de «presencia policial en nuestras calles»

«Si de algo puede presumir la Policía Nacional es de generar confianza entre los hombres y mujeres de nuestra región, por ser garantía de seguridad ciudadana». Lo destacó esta mañana el delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, que aportó además algunos datos que avalan esa garantía de seguridad. En la región hay 32,3 infracciones por cada mil habitantes, casi siete puntos medio que la media nacional. «Hoy Castilla-La Mancha es una de las comunidades más seguras de España», expuso. En el ranking estaría como la octava con más seguridad.

Tierraseca comentó que «hablar de seguridad ciudadana es hablar de presencia policial en nuestras calles y plazas, es hablar de más agentes disponibles». Por eso destacó que el ministro de Interior avanza una «potente oferta de empleo público que permita reforzar todas las plantillas de Policía Nacional». 

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«No podemos caer en la euforia de que la pesadilla terminó» - Foto: A.Perez Herrera
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«No podemos caer en la euforia de que la pesadilla terminó» - Foto: A.Perez Herrera

Al acto asistieron el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, y  representantes de los grupos parlamentarios como el presidente del Grupo Socialista, Fernando Mora o el del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez. «Este es un cuerpo de enorme prestigio en toda Europa y en todo el mundo, lo es por su profesionalidad», destacó Bellido. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, quiso expresamente dar las gracias a la Policía Nacional por toda la ayuda que han prestado a la ciudad en un año complicado, y no solo por el coronavirus.  Recordó «sobre todo con la Filomena y las Danas, que rápidamente se pusieron a disposición de la ciudad».  La consejera de Bienestar Social, Bárbara García, reconoció «esa protección, ese cuidado, ese acompañamiento que hacen a todas las personas de la región, especialmente las más vulnerables».