«Estamos desprotegidos, vendidos a nuestra suerte»

F. J. R.
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El sanitario agredido el pasado domingo en el centro de salud del Polígono afirma que su caso es solo «la gota que colma el vaso» de un episodio continuo de amenazas y un aumento de la violencia. Su agresor fue detenido ayer

«Estamos desprotegidos, vendidos a nuestra suerte» - Foto: Yolanda Lancha

Era cuestión de tiempo. Los profesionales sanitarios del centro de salud del Polígono lo habían avisado. Tarde o temprano iba a suceder. Y ocurrió finalmente el pasado domingo. Un trabajador del centro fue agredido por un paciente sobre cuya peligrosidad ya habían alertado en múltiples ocasiones. Se trata de un varón de mediana edad que llevaba entre 15 y 20 días protagonizando altercados con los médicos y enfermeros, y que finalmente terminó agrediendo a un sanitario sobre el mediodía del pasado domingo tras irrumpir en el servicio de urgencias reclamando por la fuerza un informe médico.

Antes, a las nueve de la mañana de ese mismo día ya lo había intentado. Muy alterado, terminó por amenazar a la persona que posteriormente agredió, pero una llamada a la policía y la rápida llegada de los agentes terminó por disuadirle. Pero volvió.

Lo hizo entrando por la puerta de urgencias e irrumpiendo en mitad de una consulta de otro paciente. «Estaba fuera de sí, como loco. No he visto nunca nada igual. Reclama un informe y me dijo que me iba a matar, que no le importaba ir a la cárcel», explica el sanitario agredido, que recibió un fuerte empujón contra la pared con posterior caída al suelo que le ha ocasionado varias contracturas y un fuerte dolor de espalda; además de un temor a que vuelva a repetirse la historia. «Temo por mi integridad física, me dijo que ya me conocía y que él no tenía nada que perder», añade la víctima, que pese al incidente particular considera que todo ha sido fruto de un cúmulo de situaciones que han terminado por explotar.

Y es que, en ese centro de salud del Polígono llevan tiempo pidiendo un vigilante de seguridad las 24 horas del día. Otros centros de la ciudad lo tienen, pero en el caso del segundo barrio más poblado de la capital solo cuentan con seguridad privada a medias con otro centro de salud. La situación ha cambiado desde la agresión por miedo a que se produzco otro episodio, ya que el sujeto no ha sido detenido aún por la policía.

«Este individuo solo ha sido la gota que colma el vaso. Estamos desprotegidos y ahora llegan tarde, la seguridad completa nos ha sido denegada muchas veces y tiene que ocurrir una cosa de esta para que te hagan caso. Es lamentable», señala este profesional de la sanidad que lleva tiempo notando un aumento de la agresividad en los pacientes.

«El personal está muy sobrecargado y la gente está muy exigente. Vienen y te exigen la baja, el alta, las recetas… todo con mucha tensión, insultando y faltando al respeto», comenta el sanitario, que tiene claro que este tipo de situaciones «afectan a tu vida y a tu trabajo».

A comienzos de mes, en este mismo centro de salud, alguien arrojó una piedra de gran tamaño contra la ventana de una consulta cuando había dos sanitarios dentro. No se produjo ningún herido. La Policía Nacional detuvo en el día de ayer al agresor del sanitario por un delito de atentado a agente de la autoridad, ya que ese concepto se engloba a los profesionales de la medicina.