Habrá dos Consejos de Gobierno extraordinarios en lo que queda de semana para acordar qué medidas y restricciones estarán en vigor en Castilla-La Mancha en un escenario sin estado de alarma. Uno será mañana y el siguiente será el sábado. De la reunión de mañana se espera que se conozcan las principales medidas que van a operar a partir del domingo que viene. El sábado se ultimarán más detalles.
"Hay que ver los pros y contras de cada decisión, por eso estamos en reflexión en torno al toque de queda", ha expuesto hoy la portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández. El toque de queda sería una de esas limitaciones que afectan a los derechos fundamentales y que sin estado de alarma requeriría autorización judicial. Fernández comentó que si la hostelería tiene unos horarios de cierre y no hay toque de queda, "produciría un efecto pernicioso, no habría ocio nocturno reglado y sin embargo sí había fiestas ilegales, alegales y botellón".
También expone que Castilla-La Mancha necesitaría el visto bueno de los tribunales para limitar las reuniones en casa o para los cierres de municipios. Al respecto, recordó que antes de que hubiese estado de alarma el Gobierno regional ya acordó cierres perimetrales concretos en poblaciones con incidencia muy alta y que los jueces lo autorizaron. "Siempre se pedía autorización al Tribunal Superior de Justicia y siempre se concedió", comentó.