Las Hermanitas de los Pobres solicitan colaboración económica para seguir manteniendo el Asilo de Talavera. Así lo han trasladado a este diario, tras la gran acogida que ha tenido el último llamamiento que hicieron desde esta entidad, desde donde expusieron la necesidad de contar con alimentos y productos básicos de higiene, y que ha recibido una calurosa acogida por parte de la ciudadanía.
Así lo confirmó a este diario sor Isabel, religiosa encargada de realizar la colecta, quien explicó que «Talavera se ha volcado» con su petición de ayuda y en estos momentos ya no tienen necesidad de alimentos ni productos. «Tanto se ha volcado la gente que no podemos consumir todo», señaló, trasladando que toda la comunidad está «muy agradecida» por las cuantiosas donaciones recibidas que han permitido llenar su despensa para varios meses.
Por ello, invitó en su lugar a quienes deseen realizar un donativo para el Asilo, que lo hagan mediante una aportación económica a través de su cuenta bancaria. El número al que se pueden realizar las donaciones es: ES3400491846812410050857 y corresponde a Banco Santander.
Este gesto, si bien no es urgente, «siempre es necesario», y permitiría contribuir a hacer frente a los gastos habituales del Asilo, como los correspondientes a luz, agua y personal, a sus proveedores y todas aquellas necesidades que vayan surgiendo en el día a día. Quienes además precisen un justificante para desgravar esta donación, en el Asilo emiten el correspondiente recibo.
Asimismo, se pueden realizar donaciones económicas en el propio Asilo, situado en calle Capitán Cortés, 1.
Como explicó sor Isabel, la situación actual a causa de la pandemia ha dificultado salir a hacer la colecta que suelen llevar a cabo las Hermanitas de los Pobres tanto en la ciudad como en los municipios de la comarca. Así, señaló que ha habido positivos por coronavirus entre los mayores y entre las propias religiosas, lo que ha hecho que hayan tenido que confinarse y que los que han dado negativo se hayan dedicado a atender a los enfermos. Además, han evitado salir para prevenir posibles riesgos de contagio. «Eso nos impide tener el ritmo de cada día», subrayó sor Isabel, quien recordó que su comunidad siempre ha podido seguir adelante «gracias a la generosidad de tanta gente».
Así ha sido también durante la pandemia, a la que ahora se enfrentan ya con un bajo número de positivos y, precisamente ayer los mayores sin Covid pudieron salir al jardín por vez primera desde hace un tiempo.