Sordo y Álvarez insisten en la derogar de la reforma laboral

J. Monroy
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Los dos secretarios generales de los sindicatos han participado hoy en Toledo en la concentración 'Ahora sí toca'

«Ahora sí toca». Ese es el mensaje que los sindicatos CCOOy UGT han lanzado desde la toledana plaza de Zocodover al Gobierno, en una concentración que ha contado con la presencia de sus secretarios generales, Unai Sordo y Pepe Álvarez. Toca derogar la reforma laboral de Rajoy, derogar también la reforma de las pensiones de 2013 y subir el salario mínimo interprofesional.

Desde CCOO, Unai Sordo señaló que «o el Gobierno retoma la agenda para corregir la reforma laboral y de pensiones o el Gobierno se hará corresponsable de las reformas del PP». Por lo tanto, lo emplazó desde la calle, con tranquilidad pero con firmeza, a recuperar la agenda de negociaciones.

Sordo reiteró los mensajes que lanzó en las concentraciones de un mes atrás y le dijo al Gobierno «que España necesita recuperar una agenda social para la normalidad que va a venir en la segunda parte del año, en la medida de que el proceso de vacunación haga que España entre en una fase distinta, con un proceso de recuperación económica que va a ser intensa a partir del verano, pero en la que no está escrito cómo se va a repartir ese proceso». Porque en España, en pleno 2021, «siguen estando vigentes todos los recortes y todas las reformas para bajar los salarios que impulsó el PP, y esto es inadmisible».

Sordo y Álvarez insisten en la derogar de la reforma laboralSordo y Álvarez insisten en la derogar de la reforma laboral - Foto: David PérezDe forma que, para Sordo, entre las prioridades de España están la vacunación, la lucha contra la pandemia y la canalización de los recursos europeos. Pero a la vez tiene que afrontar la derogación de la reforma de pensiones, la recuperación de los derechos laborales que arrebató la reforma laboral, la mejora de las prestaciones de desempleo y otra serie de políticas sociales.

De no ser así, apuntó el líder de CCOO, España corre el riesgo de no recuperar los salarios que se perdieron durante la crisis y de que ello haga que la demanda interna no sea vigorosa, y eso incida en que la economía no se recupere tan rápido. Por lo tanto, «necesitamos repartir la riqueza, cambiando las reformas de la pobreza que hizo el PP; lo necesitamos por justicia social y por eficacia económica».

Los sindicatos llevan tiempo siendo comprensivos, pensando que lo primero era hacer frente a la pandemia. Los agentes sociales han sido corresponsables y han llegado a acuerdos que han evitado la destrucción de miles de puestos de trabajo, «pero además de los ERTE y la política contra la crisis económica provocada por la pandemia, toca recuperar agenda social». CCOO pone toda su voluntad de negociación y niega el derecho a veto a ninguna organización y exige al Gobierno «corregir esas reformas desde el diálogo, y si no puede ser desde el acuerdo, tendrá que actuar, y tendrá que hacerlo ya, ahora sí toca, no es el momento de retrasar las mesas de negociación».

Tras lo ocurrido en Madrid, Sordo apuntó que es necesario distinguir lo urgente de lo necesario, «y lo necesario para España es no caer en el histerismo político en el que se ha instalado, porque los problemas de la sociedad española no son cuánto tiempo tarda el PP de Madrid en comerse a Ciudadanos, sino la falta de empleo, la incertidumbre ante la salida de la pandemia, cómo evolucionan los salarios, las situaciones de pobreza y las colas del hambre». Todo ello tendrá que ocupar la vida política, con una mayoría progresista en el Congreso.

UGT. Desde UGT, Pepe Álvarez insistió en que «no hay ninguna necesidad de recortar las pensiones, es un rollo macabeo con el que nos vienen machacando las pensiones desde hace tiempo». No es así porque «las pensiones en nuestro país son pensiones bajas en general, no hay por qué ir a un proceso de recortes, y menos aún de complementarlas con un sistema privado». También insistió en que el salario mínimo interprofesional tiene que pasar de los 950 euros a los 1.200 largos en 2023, por lo que este año no se puede dejar en blanco. Ningún país europeo lo está haciendo.

Álvarez recordó al Gobierno que estas movilizaciones han venido para quedarse y este «tiene que ser consciente de que no hay otra alternativa más que cumplir los compromisos electorales que tiene, no hay más alternativa que avanzar en el programa reformista que aprobó en su momento». De ahí la importancia que UGT da a que la ciudadanía sea consciente de que no se va a regalar nada a los trabajadores «y solo será posible que se cumpla este programa reformista y que se quiten estas losas que pesan sobre los trabajadores y nuestros derechos si somos capaces de combinar la movilización y la negociación». Los sindicatos van a continuar firmes más allá de contingencias políticas.

La derogación de la reforma laboral será una constante para los sindicatos, más allá de una mesa de diálogo con la patronal o que puedan avanzar de que la derogación sea parcial durante un tiempo. «Pero esta situación de precariedad laboral, de miseria, de contratos de horas, tiene que acabar en nuestro país». Álvarez pidió devolver a la negociación colectiva su plenitud, y afrontar la ultractividad. También pidió un sistema de pensiones que sea suficiente y que aumente el salario mínimo.

Finalmente, Álvarez reconoció que en esta crisis se han puesto más recursos que nunca sobre la mesa, que el Gobierno ha trabajado como nunca, «pero todo eso es insuficiente, hay colas del hambre y mucha gente que tiene que duerme en la calle, y tenemos un sistema sanitario absolutamente colapsado». Eso se tiene que solucionar, porque hay muchas enfermedades que no se atienden en los hospitales. Por todo ello hay que movilizarse, «si te movilizas, consigues objetivos».