El teléfono de Rafael Bargueño, director de Carcama Espectáculos, sigue sonando el día después de que uno de sus eventos en Toledo se erigiera en motivo de conversación por toda España. La composición del cartel de Zahara, una foto extraída de la portada de su último disco, despertó la ira de algunos. Las peticiones de boicot por parte de Vox y decenas de particulares levantaron una polémica todavía viva. El Ayuntamiento de Toledo anunció la retirada del cartel de los sitios físicos y virtuales municipales. Ya antes, Bargueño había quitado el póster de la página desde la que venden las entradas para el espectáculo. Era la noche del martes 10 de agosto, horas despúes de anunciar el ciclo Toledo Alive en el Ayuntamiento y horas antes de que la polémica se hiciera viral tras la denuncia de Vox, cuando empezó a detectar en los perfiles de redes sociales de su empresa la aversión que suscitaba en algunas personas. «Ya esa noche había alguien a quien le chirriaba», indica el empresario. En ese momento, cambió la imagen promocional.

«Esto es una promoción privada y es mi pasta la que me estoy jugando», dice Bargueño. «Nadie me dice lo que tengo que hacer». El gestor toledano diserta sin resquemor contra nadie. «Entiendo que cualquier cristiano se sienta incómodo», asegura. «No quiero esto en Toledo; no quiero que pueda llegar a molestar a la población».

La bronca no ha cesado. El debate sobre la libertad de expresión y sus límites revive al calor de un afiche en el que la cantante Zahara se funde en una imagen de la virgen María, posa con un niño y luce una banda con «puta» como lema. «Esto lo único que hace es darle difusión al evento», confirma el promotor. Bargueño alude a las «12 o 14 horas» durante las que los términos relacionados con el concierto se convirtieron en Trending Topic en la red social Twitter. Calcula que se han despachado unas 500 de las 800 entradas del aforo que le permiten las autoridades sanitarias. «Se está vendiendo muy bien».

Bargueño defiende la calidad de la oferta musical que ofrecerá a la ciudad de la que es vecino en agosto, septiembre y octubre. Es una «programación de lujo». Bargueño se refiere al ciclo que ha ideado con orgullo. «Nunca se ha hecho un proyecto así, nunca antes ha habido una producción igual». Asegura que en los próximos días, cuando el affaire Zahara se apague y pasen las fiestas de agosto de Toledo, presentará un concierto de «primerísimo» nivel para la ciudad a celebrar en en octubre.

El empresario musical lamenta que se haya hecho «algo muy grande de una cosa muy pequeña». Bargueño llama a «convivir y pasarlo bien», rechazando tensiones artificiales. «No hacemos política, hacemos conciertos», concluye el promotor del concierto con más expectación de la ciudad en años.