«Estamos llegando al final del camino». El consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, no oculta que las negociaciones de la PACestán en un momento crucial a nivel nacional, pues toca concretar cómo se va a aplicar la política agrícola europea en España. Y en estas negociaciones finales Castilla-La Mancha quiere ‘apretar’ porque «hay cuestiones que queremos mejorar». 

Hoy ha querido mandar una imagen de unidad del campo castellano-manchego al reunirse con las organizaciones agrarias Asaja, UPA, COAG y con Cooperativas Agroalimentarias. Entre las demandas principales que quedan está la equiparación de ayudas entre territorios suba al 100% o para que los requisitos agroambientales de los ecoesquemas no perjudiquen a Castilla-La Mancha. 

En cuanto a la equiparación de las ayudas, el Ministerio ha planteado llegar al 85% en esta nueva PAC, que terminaría en 2026, con un horizonte del 100% para 2029. Arroyo señaló que Castilla-La Mancha quiere ese 100% ya. «Hay que ser valiente», insiste. Recordó que esta discriminación deriva de comienzos del siglo XXI, cuando se optó por una PACque compensara la pérdida de renta de los cultivos por la desaparición de mecanismos que favorecían a los agricultores europeos. Como resultado esas compensaciones eran mayores para los que tenían más rendimiento y menores para el secano. «Consecuencia de ello es que en Castilla-La Mancha tenemos el pago por hectárea más baja del país», recalca.

El secretario general de Asaja, José María Fresneda, no descarta movilizarse y coincide en estas reivindicaciones. «Cuando en su día se juntaron para decidir que la convergencia no se aplicaba igual que en el resto de los países de la UE, ese día hicieron mucho daño a la agricultura española», relató. Desde COAG, Estanislao Galve lo corroboró: «Ha habido unas diferencias brutales y lo que ahora tratamos no es ponernos por encima de los demás, sino que queremos que haya una igualdad». 

El peligro de los nuevos conceptos de 'secano-húmedo' y el olivar en pendiente

En cuanto a los requisitos agroambientales, el presidente de Cooperativas, Ángel Villafranca, avisa de que Castilla-La Mancha puede verse marginada con nuevos conceptos como las zonas de ‘secano-húmedo’, que cobrarían más. «Son terminologías nuevas que están escondiendo una nueva regionalización», advierte. El secretario general de UPA, Julián Morcillo, también señala la misma intención al querer dar más ayudas al olivar que está en pendiente: «Está clara la intencionalidad de defender a algunos agricultores y ganaderos de unas regiones muy determinadas».