Se quintuplican los delitos de odio por orientación sexual

F. J. R.
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La provincia tuvo en 2020 una tasa de delitos de odio por cada 100.000 habitantes del 1,8%. En Toledo el 46% de los delitos de odio son por ideología, el 39% por orientación sexual y el 15% por racismo

Toledo ocuparía el puesto 13 en el ranking de las 50 provincias españolas en delitos por condición sexual en 2020, una posición elevada en relación a su índice de población y la cantidad de delitos de odio cometidos.

A lo largo del pasado año se registraron 1.401 denuncias en toda España por delitos de odio, principalmente por ideología, orientación sexual y racismo, tal y como registra el Informe sobre la Evolución de los Delitos de Odio en España presentado ayer por el ministro Fernando Grande-Marlaska.

En provincia de Toledo se contabilizaron 13 delitos de odio a lo largo de 2020, dos menos que en 2019, aunque hay que tener en cuenta el confinamiento y las restricciones por la pandemia. Por eso no hay que interpretar el dato de Toledo como un descenso, aunque sí que es cierto que la provincia cuenta de todas formas con una la tasa de delitos de odio del 1,8% por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media nacional (3,6%) e inferior incluso a la media de Castilla-La Mancha (2,4%).

Los delitos de odio más comunes en nuestro país son por ideología, por orientación sexual y por racismo, una constante de la que la provincia no se libra. Y es que, de los 13 delitos conocidos a lo largo de 2020, seis lo fueron por motivos ideológicos (el 46% de los casos), cinco por orientación sexual (el 39%) y dos por racismo (el 15%).

El modo más radical de entender la política sigue siendo un año más el principal delito de odio en Toledo, mientras que los casos de racismo se mantienen en niveles similares a los de 2019. Lo que sí llama poderosamente la atención es el incremento de los delitos por orientación sexual, que se han multiplicado por cinco en un año.

Hay que tener en cuenta que la estadística del Ministerio del Interior se elabora con datos de denuncias, por lo que el aumento de los delitos por condición sexual podría deberse también al hecho de que muchas víctimas han perdido el miedo a denunciar a sus agresores.

En el cómputo general de Castilla-La Mancha, la provincia de Toledo está a la cabeza en delitos de odio por condición sexual, con más del doble total de casos que el resto de provincias de la región, ya que únicamente en Albacete (1) y en Ciudad Real (1) se han llegado a registrar denuncias de este tipo.

Toledo ocuparía el puesto 13 en el ranking de las 50 provincias españolas en delitos por condición sexual en 2020, una posición elevada en relación a su índice de población y la cantidad de delitos de odio cometidos.

Dentro de la provincia destaca además que se haya producido una investigación, y finalmente una detención, por un caso de aporofobia (odio al pobre). Se trata del único crimen de odio de la provincia que ha terminado con un culpable imputado en 2020, según la estadística del Ministerio del Interior.

Además de ese caso de aporofobia, en Toledo se han resuelto un total de 6 casos de delitos de odio el pasado año: el ya señalado más 2 por orientación sexual y 3 por motivos ideológicos. La estadística indica por tanto que en la provincia se logran resolver el 46% de las denuncias por delitos de odio.