Los establecimientos de suministro y venta de gas butano y propano lamentan el desabastecimiento que sufren desde hace más de una semana a raíz del temporal Filomena, que está generando retrasos en las entregas de pedidos en estos días de temperaturas extremas. Así lo confirmaron en varios negocios dedicados a esta actividad a La Tribuna, desde donde precisaron que el butano llega «a cuentagotas» hasta sus tiendas, con el consiguiente malestar de los ciudadanos que no encuentran este suministro, esencial en algunos casos para poder contar con calefacción y, en otros, incluso para cocinar y tener agua caliente.
A los problemas de movilidad que ha causado el temporal se han sumado los que se han registrado en alguna de las plantas que suministran este producto, debido a la congelación de las tuberías, algo que impide envasarlo para su distribución, según indicaron desde Jufepar e hijos, S.L. Cepsa Butano.
Eso en el caso del propano, donde hay una demora en las entregas de los pedidos que llegan a esta empresa talaverana, donde lo habitual es servir en el mismo día el producto, si bien ahora las circunstancias están demorándolo en ocasiones al día siguiente. Esto se debe a que llegan con menos frecuencia los camiones que traen las botellas de propano, y cuando lo hacen, traen menos y además se venden rápidamente. «El martes llegó el camión a las 10 de la mañana y a las cuatro de la tarde ya nos quedamos sin abastecimiento», confirmaron. Yeso, dijeron, a pesar del cierre de los bares, porque si no, «no habría suficiente» para suministrarles porque, con la proliferación de las terrazas por las restricciones sanitarias, la demanda ronda las 3.000 botellas de propano al mes, con muchos negocios que pueden llegar hasta 80 botellas al mes. Por ello, este cierre hostelero también repercutirá en esta actividad económica.
En este negocio sin embargo no tienen problema con el butano, incluso hay quienes, a falta de propano, recurren a este otro gas envasado porque disponen de estufas mixtas.
No sucede lo mismo en otros establecimientos, donde «escasea el butano», como confirmaron en una gasolinera de la ciudad, desde la que aseguraron que la empresa que lo suministra lo reparte con «cuentagotas». «Te traen a lo mejor quince botellas y resulta que vienen dos coches detrás del butanero porque va la gente buscando los camiones», señalaron acerca de la situación actual del reparto.
Con anterioridad, lo habitual es que la entrega fuera diaria, mientras que ahora «día sí y día no, tarde, mal y nunca», señalaron.