Va contra la propia naturaleza de un hospital tener sus puertas cerradas. Una infraestructura sanitaria se crea para ser accesible y poder atender las 24 horas del día y lo que es una virtud durante su funcionamiento se torna en un importante inconveniente cuando, como es el caso del Virgen de la Salud de Toledo, llega el momento de echar el cierre. Al menos en la mayor parte de su superficie.
Vecinos de Palomarejos y algunos de los profesionales sanitarios que están trabajando aún en el antiguo hospital -no todas las áreas han sido trasladadas al Polígono, ya que se mantiene el acceso por la antigua Maternidad y la rampa de extracciones- ven con preocupación que se puedan producir allanamientos y robos en el material que aún no ha sido trasladado.
Las dimensiones del edificio, sus cinco plantas de altura, y el hecho de que tenga varios accesos delimitados por puertas de cristal, lo convierten en un elemento muy complicado de vigilar.
Temor a allanamientos y robos en el Virgen de la salud - Foto: Yolanda LanchaUna de las últimas noches de servicio, entre la madrugada del pasado viernes a la del sábado, varias personas sin techo que duermen en las calles, parques y portales cercanos se aproximaron hasta la entrada principal de Virgen de la Salud para poder refugiarse y pasar la noche. Al parecer, alguno de ellos logró entrar en el hall del viejo hospital, aunque finalmente fueron invitados a salir por los agentes de seguridad privada que vigilan el antiguo complejo sanitario.
Fue una situación sin mayores consecuencias, pero que muchos vecinos creen que puede realizar «efecto llamada» y terminar derivando en otras visitas no tan pacíficas.
«Hay aún mucho material médico, medicinas y productos, y se pueden producir también saqueos, tanto de mobiliario como del cableado del edificio», afirman algunos vecinos del barrio de Palomarejos, que consideran que se debería proceder a cerrar mejor los antiguos accesos al viejo hospital, tanto por la zona de Urgencias como por su antigua puerta principal. «Si no se usan es mejor que se tapien o pongan puertas metálicas, más complicadas de abrir», recalcan.