Sotheby's subastará dos esculturas originarias de Maqueda

J.M.
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Las esculturas de alabastro de los duques de Maqueda, del siglo XVI, estuvieron en el pueblo hasta el año 1909

Sotheby’s subastará dos esculturas originarias de Maqueda

La prestigiosa casa de subastas Sotheby’s ha anunciado la venta pública de dos piezas de esculturas originarias de la iglesia de Santa María de los Alcázares de Maqueda con una estimación entre los 400.000 y los 600.000 dólares (325.000 y 488.000 euros). Se trata de dos esculturas de alabastro del Renacimiento español que representan al matrimonio noble formado por Don Juan de Cárdenas y Doña Juana de Ludeña, duques de Maqueda. La subasta, titulada ‘Master Paintings & Sculpture Part I’, está prevista para el próximo día 28.

El alcalde de Maqueda, Andrés Congosto, afirmó a este diario que desconocía la subasta de estas piezas que figuraron en el altar mayor de la iglesia. Según publica Sotheby’s en su página de internet, a principios del siglo XX fueron retiradas del templo y vendidas a un anticuario parisino. Posteriormente, la Albright Art Gallery adquirió las esculturas en 1948 mediante dos marchantes neoyorquinos. Por entonces, la prensa estadounidense calificó estas efigies como «obras maestras de la escultura española».

La representación del duque, con gesto meditabundo, lleva una armadura completa sobre una camisa de cota de malla y un casco con la visera levantada. La coraza está adornada con la cruz de la Orden de los Caballeros de San Juan. La armadura revelan una fecha de mediados del siglo XVI. Por su parque, la duquesa viste un atuendo con corpiño con joyas. El traje evidencia el estatus noble.

«El alabastro era un material de elite asociado con la estatura real, noble o eclesiástica. El material evoca también la carne humana, y lo convirtió en un material apropiado para las efigies. Era un bien escaso y más atractivo que la piedra ordinaria, se utilizó para las tumbas de los gobernantes franceses desde 1275, lo que marcó las tendencias culturales de gran parte de Europa», destaca el texto de Sotheby’s, publicado en inglés en su página de internet.

La casa de subastas menciona que las efigies pudieron servir de memoriales de los duques y pudieron ser veneradas por sus descendientes y los vecinos de Maqueda. «La habilidad con la que están representados el traje y los retratos sugiere a un experimentado escultor castellano influido por prototipos italianos, en la tradición de los escultores de la corte italiana Leone y Pompeo Leoni», señala. Diferentes historiadores del arte atribuyeron la autoría a Pompeo, pero otros han refutado este supuesto.

Gutierre de Cárdenas, señor de Maqueda, fue un noble que participó en la conquista de Granada en 1492 y asesoró a los Reyes Católicos. Su hijo, Diego de Cárdenas y Enríquez, recibió el título de primer duque de Maqueda de manos de Carlos I en 1529. La efigie correspondería a Juan de Cárdenas, sobrino de Gutierre, y posteriormente duque de Maqueda.

El historiador Manuel Cervino identificó en 1894 estas esculturas como Juan de Cárdenas y Juana de Ludeña en el altar mayor de la iglesia de Santa María de los Alcázares, a donde fueron trasladadas desde la primitiva iglesia de San Juan Bautista, que quedó en ruinas durante la segunda mitad del siglo XIX, indica el texto de Sotheby’s.

La Diputación Provincial describe de esta manera la iglesia parroquial de Santa María de los Alcázares de Maqueda: «El edificio, de arquitectura romana, se construyó en el siglo XV dentro del recinto amurallado y apoyado en la Puerta Califal. La actual torre del campanario es posterior, de 1908. Consta de tres naves separadas por atrevidos arcos. En el interior destacan el capitel corintio de arquitectura romana utilizado como pila de agua bendita, la carpintería mudéjar y la cerámica renacentista talaverana del siglo XVI».

investigador local. El médico e investigador local Tomás Rodríguez Congosto recordó en palabras a este diario que vio las dos piezas en la misma Albright Art Gallery hace unos 15 años. El facultativo visitaba la ciudad de Búfalo, en el estado de Nueva York, por un congreso de medicina cuando un compañero le avisó de la existencia de una piezas originarias de Maqueda. «Son de muchísima importancia», destacó el especialista, sorprendido de la subasta de estas dos esculturas.

El investigador sitúa en 1909 la marcha de las piezas de Maqueda, las cuales durante las obras de la construcción en 1908 de la torre de la iglesia permanecieron en una torre cercana, conocida como la torre de las campanas.