Médicos de Yepes concluyen que el tratamiento es «curativo»

J.M.
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Los doctores recopilan los datos de 421 pacientes más tratados con diagnóstico de Covid-19. La enfermedad pasó con mínima mortalidad y leves secuelas

Médicos de Yepes concluyen que el tratamiento es «curativo» - Foto: Yolanda Lancha

Ignacio Morán, médico de cabecera de Yepes desde hace más de 30 años, atiende a los pacientes en una sala de unos 15 metros cuadrados. Ocupa parte de la segunda planta del centro de salud; allí, nació el tratamiento precoz contra la Covid-19 seguido por 421 pacientes con diagnóstico confirmado. Ahora, el doctor y su compañera Judith Alvarenga han terminado la recopilación de los datos de los enfermos atendidos como base para publicar una ampliación del estudio difundido en enero en una revista estadounidense de medicina. «Esto no es una casualidad, tras mi experiencia de un año», afirma. Y apostilla: «Para las estadísticas que tenemos en el país, la diferencia es considerable».

«Nuestro trabajo nos ha demostrado en este año y cuatro meses que las soluciones están ahí. La prevención con las vacunas es una opción, y la prevención con antihistamínicos es otra opción al alcance de cualquier tramo de edad. El tratamiento con antihistamínicos o con la asociación de antihistamínicos y antibióticos es curativa. Hay un porcentaje pequeño que tuvo que ir al hospital. Bien, para eso están los hospitales. Pero esos pacientes ya llevaban una base de tratamiento que ha evitado la tormenta de citoquinas tan catastrófica en muchos sitios. Eso es lo que nosotros evitamos», defiende tras los resultados de otros 421 pacientes más de sus consultas, que amplían el estudio en las residencias.

«Ha demostrado una eficacia similar que en los pacientes de las residencias. Controla la enfermedad. Es un tratamiento precoz y sencillo», subraya Morán.

Los médicos han incluido a todos los pacientes con diagnóstico confirmado y sintomáticos (fiebre, cefaleas, dolores musculares o pérdida de olfato). «Tuvimos muchísimos pacientes, y la inmensa mayoría evolucionó bien», resume. De los 421 pacientes, fallecieron tres. Los doctores atribuyen a la Covid-19 solo la muerte de uno de ellos, un vecino de 60 años. Los otros dos eran mayores de 80 años y padecían enfermedades asociadas. Desde abril de 2020 hasta febrero de 2021, no murió ningún paciente de los que recibieron el tratamiento. «En una época en la que la gente moría diariamente en cifras lamentablemente escandalosas», apunta.

«La recuperación de los pacientes es rápida. Las secuelas son leves y transitorias. Y no hemos detectado casos de Covid persistentes», añade el doctor Morán. Y afirma:«Las secuelas son mínimas. Alguno ha tenido algo de cansancio algún día, pero les hemos recuperado con los polivitamínicos que tomamos con las gripes».

Un total de 15 pacientes ingresaron en el hospital, pero con estancias cortas, excepto en un caso en el que se alargó la recuperación. Cinco ingresaron en la UVI (entre ellos, uno de los fallecidos). «Ya llevaban tratamiento, que facilitó la curación de esas neumonías por Covid», indica.

Los pacientes con síntomas tomaban antihistamínicos dos veces al día, más una dosis de azitromicina diaria durante tres días. Para los pacientes con síntomas leves o jóvenes, los médicos han recetado solo antihistamínicos. «Hemos visto que curaban bien, que curaban sin secuelas. En pocos días, el paciente iba mejorando. En dos o tres días, estaba dispuesto para restablecer su vida normal», explica.

Los médicos de Yepes observaron también que la familia conviviente con un paciente diagnosticado de Covid-19 debía tomarse un antihistamínico. «Ninguno enfermó. No tuvimos repercusión familiar de posibles pacientes que hubieran enfermado por contactos familiares. Y apostilla Morán: «Son dos observaciones: pocos pacientes se han puesto graves de verdad y los brotes se controlaban con relativa facilidad al administrar a los grupos familiares o a los contactos una dosis de antihistamínicos».

La experiencia de los médicos revela que pacientes ancianos han enfermado y se han curado, pero el familiar que seguía la administración de antihistamínicos y ejercía como cuidador, no enfermaba. «El darles un antihistamínico frenó la transmisión de la enfermedad», defiende.

Ahora, los dos médicos del centro de salud de Yepes, junto con la doctora Karina Villar, trabajan para la consecución de la publicación de este nuevo estudio, que ampliará los resultados de las residencias de ancianos.