«La presión está siendo altísima desde hace semanas y resulta imposible trabajar con normalidad». Es el pequeño resumen que realiza el delegado del sindicato médico CESM, Jesús Porro, de lo que está viviendo el Complejo Hospitalario de Toledo y el personal sanitario, que vuelve a encontrarse desbordado en medio de una tercera ola «con un grave repunte» de casos que está generando un aluvión de ingresos por coronavirus desde hace días -cerca de 600 en total- y una alta ocupación de camas en la UCI por el agravamiento del virus.
La saturación y el colapso en Urgencias en el Virgen de la Salud, con más de 90 pacientes en espera de ingreso ayer, llama la atención, pero a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, le preocupa que el Complejo Hospitalario se quede pronto «sin camas disponibles», sobre todo en Cuidados Intensivos, que acumula ya 50 pacientes con covid. También pone de relieve la falta de personal sanitario que puede llegar a afectar a otros servicios importantes y prioritarios que no guardan relación con la atención médica del virus.
«La culpa la tienen los políticos por lo que han permitido en Navidades y únicamente son ellos los que tienen la solución poniendo en marcha confinamientos inteligentes» para reducir la presión hospitalaria y mejorar la situación epidemiológica en los próximos meses, apunta Porro. En este caso, desde el sindicato se subraya que las medidas restrictivas sanitarias son la solución más eficaz por el momento al mismo tiempo que se administra la vacuna, «porque aún pasará tiempo hasta que se sepa si funciona», añade el delegado de CESM, y subraya «que muchos médicos no las tienen todas consigo todavía».
Respecto a la asistencia sanitaria, Porro insiste en el déficit de personal, que obligará a derivar a parte de la plantilla para atender a los pacientes con covid, pero espera que no se resientan otros servicios y se pueda continuar programando distintas operaciones, sobre todo, porque hay muchos pacientes que con ellas «consiguen curarse» y no pueden depender de las distintas olas de una pandemia que comenzó en marzo. En principio, descartan pedir a la administración refuerzo de personal sanitario porque con la situación sanitaria actual no hay desempleados.
El sindicato médico también llama la atención sobre los pacientes críticos que ingresan por patologías cardiacas, entre otras, porque también necesitan camas en las UCIS y están prácticamente llenas. La situación «es crítica», insiste Porro y aún se desconoce el comportamiento de la Covid las próximas semanas en Toledo.
Virgen de la salud. CESM también es consciente de las dificultades que afronta la plantilla en un edificio «tan vetusto» como el Virgen de la Salud, «en el que no se va a invertir» porque va a ir mudando servicios al nuevo. Si bien, Porro avisa de que el plan previsto para la mudanza «también está medio parado» y los sanitarios tendrán que continuar con su labor en el actual a pesar de las deficiencias, como la ocurrida el martes con la caída de parte de un techo del área de rehabilitación, que en estos momentos se ha convertido en uno de los dos circuitos de Urgencias para evitar mezclar contagiados de covid con otras patologías. Si bien, el delegado de este sindicato sostiene que este tipo de incidencias llevan tiempo ocurriendo.
CESM remarca que la situación es grave, aunque no se plantea como CSIF informar a los juzgados de momento. «Nosotros primero vamos a atender a los pacientes y después estudiaremos si hay que hacer algo», subraya Porro, que espera que no falte material de protección como ocurrió durante la primera ola para proteger al personal.