Mirar la ciudad con otros ojos para hacerla más segura para las mujeres. Es la premisa del urbanismo feminista que se ha empezado a aplicar por parte de algunas concejalías del Ayuntamiento de Talavera. Es el caso del área de Medio Ambiente, cuyo titular, Sergio de la Llave, ha dado los primeros pasos para extender esa mirada diferente sobre la ciudad. La retirada de los primeros setos de La Alameda es la principal iniciativa en este sentido, que se viene aplicando desde hace año y medio: «Aporta amplitud y aporta seguridad», explica el concejal que enfatiza que en este parque el perímetro de los setos quedaba por encima de la línea visual y generaba espacios ocultos y oscuros.
El refuerzo de la iluminación que ha supuesto el cambio del alumbrado público que se viene realizando en los últimos años es también una fórmula eficaz de acabar, literalmente, con las zonas oscuras de la ciudad.
«El diseño de las ciudades se ha hecho teniendo en cuenta la vida productiva, pero lo que tiene que ver con lo reproductivo se ha dejado de lado». El arquitecto Jesús Peco considera que el urbanismo feminista puede tener aspectos controvertidos, pero defiende su aplicación. «Hay que generar espacios más sociales de vecindad, que haya más gente en las calles es una forma de que se conviertan en espacios más seguros», señala. Espacios más concurridos, mejor iluminados, que tengan en cuenta «los ojos que miran a la calle», con ventanas y que las calles miren hacia ellas. Ciudades, en definitiva, más pensadas para la gente que las vive y más seguras para las mujeres, porque así se aportará seguridad para todos.
Grandes líneas de perspectiva de género que se tendrán también en cuenta en el próximo Plan Especial del Conjunto Histórico. La normativa será el primer planeamiento local posterior a la entrada en vigor de la ley SUMA ?(Simplificación Urbanística y Medidas Administrativas), que incorpora la perspectiva de género entre sus innovaciones. Así, es uno de los principios que deberán incorporar los planes urbanísticos.
El concejal de Planificación Urbana, José Antonio Carrillo, ha resaltado en declaraciones a este diario que la próxima normativa urbanística de la zona histórica se ha licitado recogiendo que el futuro Plan deberá contemplar la perspectiva de género, un condicionante incluido entre los criterios de valoración. «Con estos hemos abierto el melón, para que se estudie y se propongan soluciones», señala Carrillo. Si cualquier futuro planeamiento tendrá que recoger a partir de ahora ese punto de vista de género, los proyectos que se desarrollen la incorporarán de facto.
Eso no solucionará algunos de los puntos negros que se pueden diagnosticar en cualquier ciudad y Talavera no es una excepción, pero puede evitarlos en el futuro: pasadizos, túneles, pasarelas elevadas, accesos a los portales en túnel, patios y jardines interiores de manzana... Espacios potencialmente peligrosos para las mujeres, que Jesús Peco cita entre los que se deben evitar: «Una buena iluminación, un urbanismo que evite que te encuentres solo, que fomente la presencia de personas en la calle no eliminan el riesgo por completo, porque no siempre lo puede solucionar el urbanismo, pero lo reducen».