En poco más de diez minutos. Es el tiempo que tardaron profesores, alumnos y el resto del personal del colegio Gregorio Marañón, en el Polígono, en desalojar el edificio tras el escape de gas que obligó a la evacuación el lunes por la mañana. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, felicitó ayer públicamente al centro educativo por la rapidez en abandonar las instalaciones y tiene claro que el protocolo «estaba bien aprendido y ensayado» por si ocurría algún suceso.  

Tolón insistió en el buen trabajo «de la comunidad educativa» y aprovechó para explicar que los bomberos tuvieron que desplazarse también al centro ayer por la mañana. Desde el Ayuntamiento se ha comunicado e informado a la Junta, en concreto, a la Consejería de Educación, de lo ocurrido al ser la administración competente. Por su parte, Tolón espera «que no se vuelva a repetir» un episodio de estas características.

Los bomberos se personaron en la mañana de ayer en el centro para revisar de nuevo la instalación de cara a que no se produjeran más incidencias. Las cocinas, de gas butano, aún no funcionaban en el día de ayer, aunque se sigue trabajando para que se recobre la normalidad cuanto antes.

En total, 453 alumnos fueron desalojados en la mañana del lunes, sobre las 9:45 horas, por un escape de gas butano en el Colegio de Educación Infantil y Primaria Gregorio Marañón, situado en el barrio de Santa María de Benquerencia.

Al lugar del siniestro acudieron los bomberos, así como agentes de la Policía Nacional y Local que ayudaron en las labores de desalojo. También estuvieron presentes el concejal de Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del pino, el edil de mantenimiento de centros municipales, Ramón Lorente, y la presidenta del Consejo de Participación y miembro del Consejo Escolar, Ana Abellán.