«Toledo se va a recuperar más rápido que otras ciudades»

F. J. R.
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«Tenemos que trabajar para que nadie se nos quede por el camino»

«Toledo se va a recuperar más rápido que otras ciudades» - Foto: David Pérez

En estos tiempos de crisis por la pandemia ningún concejal lo tiene fácil, pero usted tiene unas áreas delicadas como son Promoción Económica, Innovación, Empleo, Comercio, Turismo y Artesanía.

Hay otras concejalías con otro mucho trabajo, como Bienestar Social, pero la crisis sanitaria ha derivado en una crisis económica que ha afectado a todos los frentes. Y en el turismo la sacudida ha sido tremenda.

Es una actividad que está basada en dos cosas: moverse y juntarse. Y son las dos cosas que precisamente ha habido que restringir y limitar con la crisis sanitaria. Eso también afecta mucho al comercio. Una parte muy importante del tejido empresarial de la ciudad estaba dedicado a la actividad turística o vivía de la movilidad y del trabajo, porque otro de los impactos fuertes que ha habido en la hostelería ha sido el teletrabajo. La gente se toma menos cafés, come menos fuera de casa…

Y además hay otro tema con el que yo lo he pasado especialmente mal: los mercadillos. Aunque su peso económico sea menor en relación con otros sectores, han sido muy castigados por las restricciones. Han estado cerrados durante meses, luego han tenido aperturas con restricciones y finalmente les ha afectado el temporal Filomena. Son un sector vulnerable, frágil económicamente, que lo ha pasado muy mal. Como la también lo es la artesanía.

Han sido, y siguen siendo, momentos muy complicados, pero también nos dan profundidad para repensar todo. Para tomar caminos que sin toda esta crisis no hubiéramos empezado nunca a andar.

¿Cuál es el estado actual de cada una de sus áreas en la ciudad?

Para empezar diré el estado global. La percepción que yo tengo, y es muy personal, es que estamos al borde de una reactivación que puede ser relativamente rápida si todos los programas de vacunación persisten. Creo que se van a recuperar algunos sectores muy rápido.

El sector turístico es muy vulnerable a las crisis, pero también es muy resistente. Todos estamos deseando viajar. Hay un clamor de empezar a viajar y a moverse. Yo creo que el sector turístico se va a relanzar.

Algunos otros sectores estaban ya aquejados de crisis previas, como es el minorista, o el de artesanía, y van a tener mucho más complicada su salida, pero porque ya venían con problemas estructurales que tienen mucho que ver con el comercio electrónico.

Soy optimista a medio plazo, porque los fondos europeos, los Next Generation, significarán una inyección económica de tanto dinero que tiene que activar a la fuerza. Estamos hablando de 140.000 millones de euros para España; eso va a activar la economía, el consumo y la inversión.

Y luego, si somos capaces como país, como región y, especialmente, como ciudad -y creo que lo vamos a ser- de que esas inversiones, además de generar actividad, empleo, movimiento… nos ayuden a transformar y modernizar la economía, estoy hablando de transición energética, de digitalización, de educación, sistemas de producción social, incorporación de economía social, sanidad, investigación… si somos capaces de dirigir ese fondo de recursos y modernizar la economía, estamos a las puertas de un futuro muy esperanzador.

Dicho todo esto, la preocupación es, ¿cuántos no van a llegar a ese momento? Y es eso en lo que tenemos que trabajar, con políticas de empleo, con políticas sociales… para conseguir que nadie se nos quede por el camino.

Eso parece. Muchas tiendas de souvenirs y bares pequeños, sin terraza, han tenido que echar el cierre y no se sabe si van a poder reabrir. ¿Cuánto tiempo va a tardar en recuperar la ciudad ese tejido?

No va a recuperarlo. Simplemente, será otro. Algunos autónomos no van a llegar. Algunos trabajadores en ERTE no van a volver a sus empleos. ¿Cuántos? No lo sabemos.

Lo único que sabemos es que cuánto más tarde en solucionarse el tema de la vacunación, de la inmunidad, todo será peor. Cuanto más rápido se pueda hacer eso, ese grupo de gente que no va a lograr salir de esta crisis va a ser más pequeño.

Dicho esto, cuando vuelva la actividad, el tejido va a recuperarse. Algunos desaparecerán, pero otros van a aparecer. El en Casco Histórico están cerrando comercios, pero al mismo tiempo se están abriendo nuevos negocios. Aquí habrá una destrucción-creación de empresas, y habrá que atender a ese tanto por cierto, que no sabemos cuántos van a ser, que va a quedar fuera.

Doy datos de Exceltur, de la patronal turística, que señalan que se va a recuperar el 80% del turismo precovid para final de 2021 o, en la versión más pesimista, para comienzos de 2022.

¿De qué va a depender? De que se muevan las vacunas, de que los turistas de Estados Unidos comiencen a venir, los mercados asiáticos….

Dentro de un tiempo vamos a recuperar nuestra actividad económica, pero diversificada, algo diferente, y habrá tantas empresas y tantos empleos, o más, de los que había. Pero no será un paréntesis, en ese tiempo habrá unos ganadores y unos perdedores.

Una ciudad como Toledo tiene muchas tipologías de turismo, pero en los últimos años imperaba un tipo de turismo de grupos y excursiones masivas, de pastoreo, sobre todo  asiático, y ese modelo va a ser de los últimos en recuperarse, ¿cree que es el momento de replantearse ese tipo de turismo?

Nosotros estamos trabajando en un modelo de sostenibilidad económica. Ese turismo ‘de bajo valor’ para la ciudad y para el viajero, porque es una experiencia pobre, de baja intensidad y un viaje rápido con prisas, ¿volverá? Yo creo que eso es una de las cosas que va a cambiar.

Hay una parte de los ciudadanos que no se ha visto muy afectado por la pandemia, ni en salud ni económicamente, y que incluso ha ahorrado en estos meses. Ese viajero busca una experiencia más gratificante. Ciudades Patrimonio hizo un estudio sobre qué era lo que más valoraban los viajeros en su visita a Toledo y lo que menos. Lo que más era el patrimonio, la cultura y la gastronomía; y lo que menos la masificación. Pues ahora después del Covid, menos aún. No quieren estar apretujados, esperando en una cola, y puede que estén dispuestos hasta gastar más dinero e invertir más tiempo.

Nosotros aquí vemos que, cuando se han relajado las restricciones, el turismo que ha venido, que es el que está viniendo ahora, son muchas parejas, muchas familias y gente mayor… los grupos próximos. Esto es una oportunidad para el destino,  que la reactivación venga por esta vía y no por la del turismo de bajo valor.

Aunque aún es pronto, ¿se nota en la Oficina Municipal de Turismo que se ha levantado el estado de alarma?

Sí. El fin de semana pasado comenzó a notarse algo, y ayer (por el pasado jueves) hubo un tráfico de visitas alto, comparable a tiempos precovid. Más de un tercio de los visitantes de Toledo son de Madrid. Nuestro gran mercado es Madrid, y después Francia.

Hablando de Francia, ¿qué papel juega el parque de espectáculos Puy du Fou en la recuperación turística de la ciudad?

Juega un papel muy importante que es el de la singularidad de la ciudad de Toledo. Hay ciudades que tienen una gran oferta, pero Toledo, además de que como patrimonio las supera a todas -sobre todo en el cinturón más próximo a Madrid-, tiene la singularidad de tener este parque sobre la historia de España que es muy atractivo.

Lo que sí que estamos viendo es que una parte muy importante de los viajeros que van a Puy du Fou, el día antes o el de después, visitan Toledo. La gente que viene de Madrid al parque es probable que se vuelva a casa, pero la gente que viene de Barcelona o Sevilla se queda varios días.

Las pernoctaciones, el pulso tradicional del sector turístico, han mejorado en los últimos meses pero siguen a años luz de tiempos precovid, ¿cómo ve el futuro del sector hotelero?

Aquí, como en toda España, el sector hotelero ha sido el más protegido por los ERTE. Ahí el paro ha subido poco. Mucho más expuestos han estado los restaurantes, que han sido más zarandeados. Yo tenía miedo a que hubiera habido compras oportunistas aquí en Toledo, pero eso no ha ocurrido. Es verdad que no es lo mismo abrir un restaurante y probar un fin de semana que abrir un hotel y probar, pero estoy convencido que en la medida que aumente el movimiento el sector se recuperará.

Antes de la pandemia los hoteles ya tenían un frente abierto con la competencia directa de los apartamentos turísticos, entre eso y ahora la pandemia tienen una importante batalla por delante.

Habría que ver cómo queda la oferta de camas en Toledo. Antes de la pandemia ya estaba por debajo de la demanda real. Los hoteles estaban al cien por cien de capacidad y eso explicaba el éxito que tenían las viviendas de uso turístico. No les quitaron clientes y, además, los apartamentos sirvieron para aumentar la estancia media de los viajeros, desperdigaron los visitantes por toda la ciudad haciendo visitables algunas zonas por las que si no nadie iría. Han ayudado a mantener comercio de proximidad, tiendas de toda la vida, pero también tienen sus problemas, como los problemas de convivencia. También en relación a la basura, ya que ellos se van por la mañana y dejan el bolseo en la calle. Problemas con los vecinos… son temas que empezamos a trabajar en una ordenanza y el mayor problema que llegamos a vislumbrar era que los pisos turísticos empezaran a expulsar residentes debido al encarecimiento de los alquileres.

La ordenanza se ha suspendido por la crisis sanitaria y ahora habrá que revisar en ese nuevo modelo de turismo qué papel van a jugar los pisos turísticos. Tampoco es momento de limitar inversiones.

La crisis interrumpió un proceso que pretendía sacar a la luz los pisos turísticos, ¿teme que ese sector se vuelva a ocultar, favoreciendo así su actividad sumergida?

Espero que no. Toda esta crisis nos deja algunas cosas buenas. Primero, obtenemos una nueva visión de la globalización, porque al virus le ha dado igual las fronteras, las razas, los países o si eres rico o pobre, y luego nos hemos dado cuenta de cosas que no teníamos, las mascarillas por ejemplo, que llegaron a ser casi un producto de lujo. Eso es una lección que nos ha dado la pandemia.

Y otra es que tenemos que jugar limpio entre nosotros, porque si nos hacemos trampas los unos a los otros pues la sanidad no funciona, no habría ERTE… y por eso espero que hayamos aprendido que una dosis de egoísmo es letal para todos. Tenemos que empezar a no hacer esos comportamientos y a no aceptarlos.

Y en medio de todo aparece Fitur, ¿es buen momento para Fitur?

Yo reconozco que cuando se anunció puse cara rara. Pero ahora creo que es una buena oportunidad, porque es una inyección de cierto optimismo. Todos nos hemos movilizado, administraciones y empresas, y es posible que si no hubiera habido Fitur eso no hubiera pasado.

Será un Fitur raro, atípico, con algunas delegaciones extranjeras que no podrán venir, pero creo que a pesar de todas estas cosas ha sido una buena idea.

Un pistoletazo de salida para arrancar todos juntos.

Sí, alguien tenía que decir «levantamos la persiana y nos ponemos a trabajar».

Como concejal de Promoción Económica y Empleo qué le parece la propuesta de modificación de las cuotas para autónomos que ha planteado el Gobierno central.

No quiero opinar mucho porque no la conozco. Lo que sí que hay que cambiar es el régimen de cotización del autónomo, porque el 85% cotiza por la mínima y cuando se jubilan se quedan en una cosa mínima.

Se habla también mucho ahora de cobrar por usar las autovías públicas e implantar la ‘mochila austríaca’, ¿le parece que eso ayudaría a la recuperación económica dada la situación actual?

Lo de las autovías es algo que se viene hablando desde hace mucho tiempo. Yo, sinceramente, no lo haría. Ya pagamos las autovías con nuestros impuestos. Decides cobrar el uso de las autovías y qué es lo siguiente que debes hacer, ¿bajar impuestos al que no tiene coche?

Pero es más, las autovías no benefician solo al que las usa. Cuando un transportista me trae naranjas yo también me estoy beneficiando, cuando viene un turista por carretera deja su dinero… es un tema muy complicado y, sinceramente, creo que no va a salir adelante.

La ‘mochila austríaca’, por su parte, no es mala idea. Y más en un mercado de trabajo como el nuestro, en el que hay mucha temporalidad. Ahora te vas de un sitio y pierdes la antigüedad, y eso provoca que nos agarremos a trabajos que a lo mejor ni nos gustan ni los hacemos bien. Con esa mochila en la que el empleador va ahorrando desde el minuto uno, y el trabajador se la lleva cuando se va, los despidos no son tan traumáticos porque una parte de ese dinero vuelve a la empresa. Es un activo más.

El problema es que ya se hizo un estudio para su implantación y el coste inicial para las empresas era muy grande. Por eso quizás ahora no es el mejor momento, pero ojalá tuviéramos en España algo parecido.

Y la tasa turística, ¿saldrá?

No es una tasa, es un impuesto. Porque una tasa es cobrar por un servicio que prestas. Pero el tema es que no se puede poner si no hay una ley autonómica que lo avale, y en Castilla-La Mancha no la hay.

En España solo la tienen Cataluña y Baleares. Yo no soy partidario. No tengo la puerta cerrada a nada, pero en principio no la veo.

La Cultura es el gran reclamo del turismo.

El nivel cultural de la población ha subido y eso exige una mayor y mejor cultura. Cultura sobra en Toledo, pero el reto es dar cultura con experiencias. La gente no quiere solo ver, quiere vivir. Eso puede ser desde gastronomía a participar en una excavación arqueológica... la gente quiere más cultura. El turismo de sol y playa tiende a bajar, y el turismo cultural está en alza.

Entonces, el año alfonsino viene en el mejor momento posible.

Esa es otra de nuestras fortalezas en esta reactivación. Queremos arrancar en octubre con gastronomía inspirada en la época de Alfonso X y eso entronca con ofrecer cultura con una experiencia. Es una de nuestra baza y la imagen que vamos a proyectar fuera durante los próximos meses.

¿En que se va incidir más en Fitur para vender Toledo?

En Alfonso X, que será el núcleo central, pero también vamos a presentar los pasos que estamos dando en la digitalización de la oficina de turismo. Tiene que desaparecer el papel y hay que avanzar en señalética digital. Y también vamos a presentar la primera herramienta a modo de juego para que las familias conozcan Toledo mientras se divierten. Se trata de una app llamada ‘Guardianes de Toledo’ que va a tener juegos, dibujos animados y retos que les permitirán ir descubriendo la ciudad y que tendrán premios según se complete un número determinado de pruebas. Será gratuita y todos podrán descargársela en sus teléfonos móviles.  Queremos presentarla en Fitur. Creo que somos la primera ciudad que va a ofrecer un producto de este tipo.

¿Cómo ve los niveles de desempleo que hay en la ciudad?

Son muy malos. Es indiscutible. Pero hay que ver la otra cara, que es que se está recuperando de una forma bastante rápida según se abre la economía. Se trata de una recuperación más rápida que en la provincia, que en la comunidad autónoma y que en el marco general de España. La ciudad sufrió un impacto muy fuerte, pero también se va a recuperar más rápido que otras.

Gracias a los ERTE se ha puesto un dique de contención que ha permitido que, en esta situación tan tremebunda, tengamos menos paro que en 2012 y 2013. Y es mentira eso que se dice de que los ERTE son insostenibles, porque en 2012 y 2013 todos esos parados cobraban en prestaciones más de lo que se gasta ahora en ERTE. Con eso hemos conseguido, además, que mucha gente está manteniendo ahora su empleo. En mayo de 2020 se alcanzó aquí el peor dato de paro y en Toledo ciudad teníamos a seis mil personas en ERTE. Ahora tenemos unos mil y otras cinco mil personas han recuperado sus empleos.