El top de los hitos de la ingeniería en Castilla-La Mancha

L.G.E.
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En la región hay una presa funcionando desde el XVI, una fuente grande como una plaza y un viaducto con el mote de 'Imposible'. La delegación del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos ha hecho una selección de proezas técnicas

El puente de la Vicaría cruza el embalse de la Fuensanta, cerca de Yeste. - Foto: Rubén Serrallé

En Castilla-La Mancha hay un viaducto de ferrocarril con el sobre nombre de ‘Imposible’, que sobrevuela el río Víllora, en Cuenca. También en esa provincia hay una carretera por Fuertescura que se conoce como puerta del infierno, con túneles horadados en la roca. Hay una presa bóveda en La Tajera, en Guadalajara, y en Almansa pueden presumir  de tener la más antigua de Europa en servicio, nada menos que desde finales del XVI. Estas son algunas de las proezas técnicas de la región y que ha recopilado la Demarcación de Castilla-La Mancha del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos con motivo de su patrón, Santo Domingo de la Calzada, que fue el pasado miércoles 12. En Toledo han instalado unos paneles con un recorrido visual por algunas de estas maravillas, que van desde restos de un acueducto romano al puente atirantado de Talavera, que tiene apenas una década de vida.

Empezando por algunos de los vestigios más antiguos, se recalca que en Consuegra (Toledo) está la presa más larga de la Hispania romana, con 600 metros. Ya del XVI destaca en Ocaña una fuente monumental tan grande como una plaza. De la misma época es el molino de Molemocho, en Damiel, que aprovechaba la fuerza del agua para moler harina, igual que ahora se hace para producir energía eléctrica. Por cierto, en Castilla-La Mancha también hay un ejemplo bien trempano de presa para energía hidráulica, como la de Bolarque, en Guadalajara, que empezó a funcionar a comienzos del XX. 

En el siglo XIX se inició la construcción el canal de María Cristina en Albacete (el nombre de la reina ya da una idea). La obra tiene una longitud de 32 kilómetors y se hizo con el objetivo de la desecación de la cuenca endorreica de Los Llanos.

Parece una muralla, pero es la base de la presa de Almansa, del siglo XVI. Parece una muralla, pero es la base de la presa de Almansa, del siglo XVI. En la selección del Colegio de Ingenierios hay una buena tanda de puentes, desde el árabe de Guadalajara al puente sobre el Alto Tajo de Poveda de la Sierra, que se pende en una zona de barrancos. También destacan el viaducto en curva entre Berg y Nerpio o el espectacular puente de la Vicaría, en el embalse de la Fuensanta, del tipo de ‘puente arco’. 

Algunos puentes o viaductos no se han hecho para que puedan pasar coches o personas, sino agua, como ocurre con algunos del Tajo-Segura, o trenes. Entre los antiguos, está el puente metálico al pie de Despeñaperros, próximo a Venta de Cárdenas. Entre los impresionantes, el viaducto de San Jorge en la línea Cuenca-Utiel, que describe un gran arco. Con la llegada de nuevos tiempos –y d e la alta velocidad– también se han tenido que mirar otras cuestiones como la sostenibilidad. Por eso el viaducto del Júcar se construyó con un diseño especial de pilares para proteger la vegetación de las riberas.  

Más fotos:

La fuente grande de Ocaña tiene un frente de 62x55 metros.
La fuente grande de Ocaña tiene un frente de 62x55 metros. - Foto: David Pérez
El molino de Molemocho, en Daimiel, es del siglo XVI. /
El molino de Molemocho, en Daimiel, es del siglo XVI. / - Foto: RUEDA VILLAVERDE

Además de grandes infraestructuras, el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos también presta atención a los detalles que mejoran la calidad de vida en las ciudades de la región, como el remonte que permite subir al Casco de Toledo en escaleras mecánicas, los tanques de laminación para reaprovechar el agua de las lluvias torrenciales, el carril ciclopeatonal de Seseña o el ensanchamiento urbanístico de Guadalajara por el barranco del Alamín.