Iniciativa denuncia la complicidad municipal y el macrohotel

J. Monroy
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El colectivo vecinal recuerda que la obligación del Ayuntamiento es promover la vida vecinal en el Casco, y critica que, en cambio, se está volcando con los «especuladores inmobiliarios»

Iniciativa denuncia la complicidad municipal y el macrohotel - Foto: Yolanda Lancha

Tras el anuncio de la información pública de un nuevo establecimiento hostelero en el Casco sobre once inmuebles (se extenderá de la calle la Plata a los Bécquer y desde el callejón de San Ginés a Santa Justa), Iniciativa Ciudadana se ha mostrado muy crítica con la postura del Ayuntamiento de la ciudad, que a su juicio parece más interesado en facilitar estas actuaciones y la especulación inmobiliaria que en buscar una recuperación de la vida vecinal. De esta forma, ha remitido el colectivo vecinal a sus socios, «los negocios de los verbos ‘visitar’ y ‘pernoctar’ están asesinando al verbo ‘vivir’». A su juicio, «ña delirante #gentrificación turística como barrio residencial del #CascoHistórico de #Toledo no empieza a ser insostenible, es insostenible desde hace años».

Iniciativa critica que en un barrio como el Casco histórico, con evidente falta de población, «la gestión municipal, por lo menos una gestión municipal decente, debe ir encaminada a mantener, promover y recuperar vecindario en el parque de viviendas residenciales del Casco, no a cambiar edificios con usos residenciales por negocios turísticos de macrohoteles, hoteles, hostales, pensiones, y alojamientos turísticos de diverso pelaje». «En un barrio con evidente falta de vecinos y con demanda de vivienda residencial, apostar por la gentrificación turística de inmuebles no es apoyar el ‘emprendimiento empresarial’, sino respaldar a la especulación inmobiliaria más pura, prima hermana de la especulación originada con la burbuja del ladrillo. Es jalear a los especuladores inmobiliarios turísticos que ven a la vivienda residencial como un obstáculo a su codicia», critica.

El colectivo vecinal recuerda al Consistorio que no tiene ninguna obligación legal de cambiar usos residenciales por negocios turísticos, «y puesto que hay demanda de vivienda residencial en el Casco, el Ayuntamiento de Toledo tiene herramientas para conservar y promover la naturaleza residencial del Casco histórico».

Desgraciadamente, continúa, «cuando un especulador compra edificios residenciales en el Casco, sabe que no debe tomarse en serio la naturaleza residencial del inmueble, porque sabe que el Ayuntamiento de Toledo es un espacio propicio para cambiar usos urbanísticos y hacer negocios. La actual política municipal de más alojamientos turísticos a costa del parque residencial de viviendas, evidencia que los miembros del Gobierno Local del Ayuntamiento de Toledo son entusiastas cómplices y colaboradores necesarios de especuladores inmobiliarios del sector empresarial turístico».

Modelos de Casco. Iniciativa contrapone dos visiones del Casco histórico de Toledo, la visión como barrio, a la del negocio. Basándose en la primera, argumenta que en un barrio con indiscutible población vecinal (real) insuficiente, los edificios residenciales vacíos deben mantener su uso residencial, y rehabilitarlos para que vuelvan a ser viviendas para vecinos, porque la gestión urbanística en el Casco debe tener como fin principal mantener y recuperar la población.

Sin embargo, viendo el Casco como negocio, el centro histórico es prioritariamente el recurso económico para el sector empresarial turístico, y los edificios residenciales vacíos deben cambiar su uso residencial para convertirse en negocios de alojamientos turísticos, porque la generación de riqueza está por muy encima de donde pueden o no tener domicilios unos vecinos que, además, pueden, y deben, ir a vivir a otros barrios.

«Desgraciadamente, esta última visión, la depredadoramente mercantilista, es la que guía la gestión política municipal del urbanismo en el barrio residencial del Casco histórico desde hace lustros, acelerándose y exhibiéndose sin pudor con la burbuja económica del sector empresarial turístico», argumenta el colectivo vecinal.

A partir de ahí, reitera Iniciativa, en el Casco histórico, con una población real residente claramente insuficiente, y con una demostrada demanda de vivienda residencial (encuesta preferencias de vivienda en Toledo EMV-UCM 2017-2018) para vivir como vecino, «que edificios de uso residencial, que deben destinarse a satisfacer el derecho a la vivienda en el barrio para mantener y recuperar población, sigan convirtiéndose, con autorizaciones municipales, en negocios de alojamientos de ocio turístico para premiar la especulación inmobiliaria de su sector empresarial, es la manifestación de la complicidad del Gobierno local del Ayuntamiento de Toledo». El colectivo critica que «cada vez que un miembro del Gobierno local tiene la necesidad de declarar en prensa que los vecinos del Casco son la prioridad, es para desviar la atención pública de un negocio especulativo del sector empresarial turístico contra el Casco como barrio. Tanto el Gobierno local como los especuladores del sector empresarial turístico gestionan de la mano al Casco con dos lemas: más turistas pernoctando, y menos vecinos (reales) viviendo; menos barrio, y más negocio».

Finalmente, Iniciativa critica que «para el Gobierno local y sus amigos especuladores de inmuebles residenciales, de nada sirve la lección durante los meses de la crisis sanitaria con la desaparición de los turistas y del sector empresarial turístico del barrio, que ha demostrado, más que nunca, que la única vida real que mantiene vivo al Casco histórico es su fiel vecindario. Pero, como una mosca que se topa una y otra vez con el cristal de una ventana, el Gobierno Local insiste en el error». El anuncio de que 11 inmuebles residenciales serán destinados a ser otro negocio más de alojamientos turísticos que se suma a los decenas en proyecto y ejecución, «hace indiscutible la complicidad del Gobierno local como colaborador necesario de los especuladores inmobiliarios del sector empresarial turístico. Los cargos municipales, entre la hipocresía y cinismo político históricamente habitual, sobre todo en urbanismo, argumentarán que todo lo hacen por el bien de la ciudad, pero solo es intentar ocultar que se sigue perpetrando una política de especulación urbanística que atenta contra el Casco histórico como barrio residencial, y esto no hace a Toledo, para nada, una ciudad mejor para sus vecinos, aunque sí para sus depredadores».