Castilla-La Mancha ha sido pionera en aprobar una Ley de Medidas contra la Despoblación en la comunidad autónoma que entrará en vigor el próximo 31 de mayo y puede suponer un impulso a zonas como las que conforman la amplia comarca talaverana. Una de las que más sufre el problema de la despoblación es la comarca de La Jara, donde esta condición afecta a un buen número de municipios de este territorio.

Entre los que más ha acusado esta pérdida de vecinos a lo largo de las últimas décadas ha sido La Estrella, que ha pasado de tener 457 habitantes en 1996 a 215 según los úlitmos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes a 1 de enero de 2020. Atendiendo a estos datos, su población ha caído en esos años casi un 53%, es decir, ha perdido a más de la mitad de sus vecinos en poco más de 20 años.

Su alcalde, Alfonso Caja Yuncal, reconoció a La Tribuna que La Estrella «es una de las zonas más deprimidas» que ha visto reducida su población tanto en el municipio como en su pedanía, Fuentes, sumando entre ambas unos 250 habitantes, la mayoría de ellos «gente muy mayor».

Caja explicó que el problema se agudizó en los años 80, época en la que se produjeron más bajas en el padrón de La Estrella. «En los pueblos pequeños no hay infraestructuras», lamentó el alcalde, quien trasladó su deseo por que la instalación de la fibra óptica atraiga más vecinos a la localidad. De hecho, dijo que a causa de la pandemia, «ha habido gente que ha estado haciendo teletrabajo». 

Sobre esta cuestión, confirmó que «se empieza a ver que hay gente que ya piensa en poder hacer el trabajo desde casa» y que, a raíz del confinamiento por el Covid, hay interés por alquilar una vivienda allí, lo que denota «un interés de la gente por las zonas rurales».

Este alcalde abogó por que a través de los Fondos Europeos se reactiven los municipios que sufren el problema de la despoblación, porque los ayuntamientos por sí mismos «no tienen medios para financiar» actuaciones, pese a las ayudas que se les conceden.

En el caso de esta población, hace dos legislaturas se cerró el colegio en un momento en el que, según indicó el alcalde, sí había niños suficientes. Ahora las escuelas «están abandonadas» y desde el Consistorio se plantean dedicar este espacio a un centro social para mayores, puesto que en estos momentos «no hay niños suficientes» para retomar la actividad. «Sería ideal que pudiéramos tener la opción de retomar la escuela pero lo veo muy lejano», manifestó Caja.

Para este alcalde, recuperar población pasa por «tener servicios» como unas buenas comunicaciones. Sobre este punto, lamentó que, a raíz de la pandemia, «se han reducido bastante las líneas de autobuses» y supone «un problema» para sus vecinos, quienes carecen de transporte los lunes y viernes.

Así, la aprobación de esta Ley se recibe en La Estrella con la esperanza de que «no se quede todo en iniciativas», sino «que sea una realidad» y se adopten medidas para atajar la despoblación, y, en su caso, aprovechar el entorno natural del municipio para impulsar su economía y atraer vecinos.

«Todos tenemos mucha esperanza en los fondos europeos o de donde sean, pero la cuestión es que esta zona no muera porque la situación de mi pueblo es de las más complicadas de momento en la zona, pero todos los municipios están en una situación que merece mejorarse», subrayó Caja.

Fijar población. Por su parte, el alcalde de Aldeanueva de Barbarroya, José Manuel Fernández Pino, dan la bienvenida a «todas las medidas que puedan sujetar población» y, desde el Consistorio, hacen lo propio en la medida de sus posibilidades. Para el alcalde, lo esencial para fijar población es «que haya trabajo» y, en municipios como Aldeanueva, la mayoría de sus vecinos se dedican al sector primario.

En esta localidad de la comarca de La Jara, cuentan con colegio con cerca de una treintena de alumnos de Primaria, y también con consultorio local. Para el alcalde, lo que precisa la localidad es que sus vecinos mayores cuenten no solo con el Servicio de Ayuda a Domicilio porque «media hora no supone nada», sino que contaran con cuidados más tiempo y evitar tener que irse a una residencia.

Esto contribuiría, además, «a dar trabajo a unas cuantas familias» señaló el alcalde, quien apuntó que, en materia de transportes «no está mal» comunicada con Talavera, pese a que han suprimido algún servicio. 

Para Fernández, «todo lo que sea poner medidas» es bien recibido, si bien «ahora veremos a ver qué es lo que hacen». «Una cosa es lo que se firma y lo que se dice y otra cosa es lo real que luego se hace, que es lo que interesa», recalcó este alcalde, quien se mostró partidario de «todo lo que sean medidas para que no se quede despoblada La Jara». «La tienen abandonada total», dijo, en relación a esta zona de la región, añadiendo que, si se quedan sin servicios básicos, «al final nos quedaremos abandonados». 

Sierra de san vicente. La Sierra de San Vicente es otra de las futuras beneficiarias de esta ley, ya que sus municipios también sufren el problema de la despoblación. Desde Buenaventura, su alcalde, Carlos Fernández de Castro, indicó que, en el caso de esta localidad, viene de la mano de la tasa de desempleo «altísima» que padece, con 60 parados entre sus poco más de 420 vecinos.

Como indicó, Buenaventura es «el último pueblo de la provincia y de la comunidad autónoma» y hasta allí «no llega la fibra» óptica, «otra cosa para que se pueda volver a repoblar». Así, apuntó a la necesidad de «que la gente pueda trabajar adecuadamente desde allí» como uno de los factores para atraer vecinos.

Cuentan con colegio, con 18 niños, y consultorio local y sus carreteras están bien comunicadas, por lo que para su alcalde, el problema es que «las TICno llegan adecuadamente en el año que vivimos».

Por ello, desde Buenaventura creen que, pese a la aprobación de esta Ley, «la solución aún no está implantada». «La Ley puede ser muy bonita, muy adecuada, pero hay que dotar de medios para que pueda llevarse adelante lo que son las necesidades de cada uno», recalcó.

Así, desde este municipio piden «que las personas puedan venir a establecerse en Buenaventura», para lo que piden tecnologías. «Lo demás viene añadido», añadió el representante municipal, quien indicó que sus vecinos se dedican a agricultura, ganadería y al sector de la construcción, «pero tienen que salir de Buenaventura».

Este alcalde recalcó el éxodo de las grandes ciudades hacia el mundo rural a raíz de la pandemia y hasta allí han regresado vecinos pero cree que es algo «momentáneo».