El presidente de la Asociación de familiares, amigos y personas con problemas de salud mental (Afaem Despertar), Francisco José Piedra, sabe que se enfrenta a una contrarreloj que vence a finales de año. Entonces, quedarán a cero las cuentas para afrontar los gastos del mantenimiento de la residencia comunitaria para pacientes, localizada en Camarena, así como las viviendas supervisadas para aquellos más autónomos en Torrijos y Camarena.
«La falta de recursos y no poder llegar a acuerdos con la Administración de Castilla-La Mancha para la continuidad del recurso causa el cierre forzoso residencial. El dolor es inmenso no solo para las familias, también para los 29 residentes que serán reubicados en distintos recursos de Castilla-La Mancha», resume la campaña de recogida de firmas virtuales que ha sumado más de 1.500 apoyos en apenas unas horas.
La dispersión de los pacientes entre otros centros especializados rompería el arraigo creado desde hace 16 años. Así, redundaría en una pérdida de lazos afectivos y en la lesión del equipo multidisciplinar creado para la atención de los 29 beneficiarios.
Lo explica el psiquiatra Francisco José Piedra, quien atribuye también la descompensación de ingresos a la imposibilidad de organizar cursos, una de las líneas de financiación de la asociación. «No tenemos liquidez para mantener los sueldos. Solo podemos pagar noviembre y diciembre», lamenta este especialista que trabajó en la residencia desde 2009 hasta 2016.
La Junta de Comunidades tiene conocimiento de la situación y ha empezado los trámites para el reparto de los pacientes en otros centros especializados. Pero Afaem Despertar no se rinde y está a la espera de hacer llegar a la administración el interés de una entidad privada de continuar con el servicio. «Quiere hacerse con la residencia y mantener el personal», explica Piedra, quien aguarda una solución favorable con la llegada de esta entidad. Pero falta por conocer la impresión de la Junta de Comunidades porque aún no se han puesto en contacto con ella.
«Hay una gran experiencia. Los profesionales llevan mucho tiempo y están bien formados», defiende el presidente de Afaem Depertar, una entidad sin ánimo de lucro que define los problemas de salud mental como una alteración en el equilibrio psíquico, físico y social, que puede afectar a algunas de sus capacidades básicas. Esto dificulta la relación con el entorno en el que vive. Es fundamental que se entienda como una circunstancia que forma parte de la vida.
La presión para el mantenimiento de este servicio ha llegado también desde el sector sindical. «El gobierno de CLM no puede permanecer impasible y dejar perder estos valiosos recursos sociosanitarios, que dan respuesta a una demanda y a una necesidad social que es imperativo atender», indicaba en un comunicado el responsable de Sectores Privados de CCOO-Enseñanza en Toledo, Luis Gutiérrez. E insistía: «Nos preguntamos si se van a crear plazas nuevas en otros centros para las personas que actualmente atiende Afaem en Camarena y Torrijos. O si se las va a trasladar a otras residencias no especializadas. No olvidemos que se trata de personas con enfermedades mentales, que llevan muchos años viviendo en esa residencia y para las que el cambio no será fácil en absoluto».
«Los pacientes son muy frágiles», apostilla sobre la influencia de los cambios de hábitos el psiquiatra Piedra, quien espera mantener unido más allá de 2020 a este grupo que forma parte de la vida cotidiana de Camarena.