Dicho y hecho. El Ayuntamiento de Toledo solicitaba en la mañana de ayer, tras conocer en la tarde del domingo que la ciudad entraba en nivel 3 de restricciones por coronavirus, que se permitiera abrir el interior de los bares y restaurantes de la ciudad y, a las pocas horas, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page recogía el guante y anunciaba que iban a relajar las medidas para que la hostelería no se viera abocada al cierre de sus interiores, aunque sí que habrá restricciones.

Según Page, ahora se entra en «una nueva fase estratégica», razón por la cual hay que buscar planteamientos menos «bruscos». «Hay que plantearse una estrategia más evolutiva para ir viendo la evolución económica cuando la vacunación haga efecto», defendió el presidente autonómico, asegurando a su vez que se permitirá la celebración de bautizos y comuniones, tan frecuentes en estas fechas.

Por parte municipal, fue el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, el encargado de salir a la palestra con la cuestión del cierre de los interiores de los bares y restaurantes. Lo expuso a primera hora de la mañana de ayer, confiando en que la Junta tuviera en cuenta la petición municipal para intentar, al menos, que se mantenga algo de actividad cumpliendo con las normas sanitarias y de seguridad para evitar contagios.

El equipo de Gobierno municipal manifestaba así su desacuerdo con la medida tomada en la tarde del domingo, entendiendo que se puede compatibilizar el aumento de restricciones derivadas de la situación epidemiológica con mantener, al menos, «algo de actividad» para que se generen algunos ingresos aunque estén limitados por las medidas, ya que impedir por completo el consumo en el interior impide obtener «algunos recursos» a todos aquellos establecimientos -cafeterías, bares y restaurantes fundamentalmente- que no disponen de terraza.

Por su parte, desde la Asociación de Hostelería de Toledo, su presidente, Tomás Palencia, prefería mantenerse cauto hasta conocer las modificaciones exactas que se van a hacer al decreto de restricciones y así poder valorar en su justa medida las medidas a tomar.

En el día de ayer la asociación de hosteleros de la provincia anunció que rechazaban «de plano» cualquier medida que restrinja la actividad de la hostelería que suponga una disminución del aforo inferior al 50% en interiores y al 75% en exteriores, pues, considera que «no hay evidencia alguna que la misma sea la culpable del incremento de contagios».

En esta línea, habían convocado para una concentración en las puertas de la Consejería de Sanidad, situada en el barrio de Buenavista, para la jornada de mañana miércoles. La protesta queda en el aire también ha expensas de conocer las modificaciones exactas de las restricciones.