Las autoridades sanitarias han confirmado la muerte de siete personas en la provincia de Toledo por Covid-19 en las últimas 24 horas. Es el dato diario de fallecidos más alto desde el pasado 23 de febrero, lo que evidencia la fuerza que está cogiendo la cuarta ola de coronavirus.

Además, la mortalidad en lo que va de semana asciende a 15 personas, lo supone el dato más alto desde mediados del mes de enero, cuando Toledo se encontraba en los peores momentos de la tercera ola.

La situación comienza a ser preocupante, aunque el resto de indicadores de la pandemia se mantienen en unos niveles más o menos similares a los de la pasada semana.

Lo más curioso de las últimas 24 horas ha sido el descenso de los hospitalizados por Covid-19 en cama convencional. Aquellos cuadros agudos, pero no críticos, que necesitan de internamiento porque pueden empeorar o mejorar en cuestión de horas.

De esta forma, en la provincia hay ahora mismo, según los últimos datos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de su Dirección General de Salud Pública, un total de 135 personas hospitalizadas a consecuencia del virus, lo que significa ocho menos que en la jornada del martes.

De todos los hospitalizados, más del 91% están en el Virgen de la Salud de la capital regional (123), que además es el centro con mayor presión asistencial de toda la comunidad autónoma.

La cifra de pacientes con un cuadro crítico por coronavirus se mantiene, a pesar del aumento de la mortalidad, en las mismas cifras que ayer, lo que significa que en Toledo hay ahora mismo 24 personas que necesitan de un respirador para poder continuar con vida a consecuencia de la pandemia.

Los nuevos positivos han experimentado un notable ascenso respecto a la jornada anterior, pasando de los 51 nuevos casos del martes a los 154 comunicados en las últimas 24 horas.