Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Las otras cuentas

05/11/2021

Al tiempo que se tramitan en el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado con las consiguientes transacciones para lograr su aprobación, que en el caso de las cuentas públicas serán sometidas a un intenso aluvión de peticiones por parte de los socios y aliados para contar con los votos suficientes, en los gobiernos y las Asambleas de las comunidades autónomas se repite el mismo panorama, con casuísticas distintas pero con el mismo objetivo, sacarlas adelante con el apoyo de los socios que dan soporte parlamentario a los gobiernos de coalición.  

En todas ellas hay un elemento común, por el momento la oposición no las va a apoyar en ningún caso. Algún intento ha habido, alguna aproximación entre proponentes y oponentes, pero no han llegado a término porque supondría cambiar la dinámica de los gobiernos y sus alianzas. Tampoco los estados mayores de los partidos en Madrid ven con buenos ojos esas operaciones, pese al convencimiento de que la ayuda no será aceptada por el gobierno de turno.  

En Andalucía, Juan Manuel Moreno que gobierna en coalición con Ciudadanos y apoyado por Vox, presentará el proyecto de presupuestos sin tener asegurada su aprobación, porque Vox no está dispuesto a hacerlo si no se atienden sus propuestas sobre asuntos que tienen poco que ver con las cuentas públicas, mientras que el PSOE andaluz afirma que no ve asumidas las que ha presentado. Las cuentas que pueden ser prorrogadas no recogerán el aumento del gasto público también histórico en la región, y el rechazo sería un argumento más para que en primavera Andalucía concurra a las urnas de forma anticipada.  

EN Madrid, ocurre algo similar, Isabel Díaz Ayuso ha pedido 'con humildad' que Vox le apruebe una vez más los presupuestos regionales, pero el partido de ultraderecha le pide la derogación de las leyes LGTBI y de igualdad para darle los votos que reclama la presidenta madrileña para dar estabilidad a su gobierno, poder acometer la rebaja de impuestos y contar con unas cuentas nuevas lo que no ocurres desde 2019. Si en Andalucía se han producido contactos entre el PP y el PSOE, en Madrid, Ayuso ha descartado de plano esa posibilidad. Es decir que los barones del PP se encuentran en la misma tesitura que el Gobierno de la nación, se verán obligados a ceder ante sus socios en cuestiones que nada tiene que ver con las cuentas públicas       

Algo similar ocurre en Cataluña. El Govern presidido por Pere Aragonés presentara sus presupuestos el próximo 9 de noviembre sin tenerlos amarrados con sus aliados externos, la CUP. Por lo pronto, Aragonés ha rechazado la oferta del PSC y de los comunes para que negocie con ellos y que no dependa de los 'cuperos', pero el presidente catalán ha rechazado de plano esa posibilidad. En este caso el debate sobre las cuentas catalanas tiene la derivada de lo que ocurre en el Congreso porque la CUP reconviene a ERC por no haber presentado una enmienda a la totalidad tras los incumplimientos en el gasto en infraestructuras este año. El jefe del Govern espera que la CUP al menos se abstenga y para la parte de JxCat sería difícil aceptar la mano tendida de los socialistas catalanes. En definitiva, todos los gobiernos ya sea el nacional o los autonómicos que no cuentan con mayoría parlamentaria suficiente se ven abocados a pactar y a ceder a las presiones. O a prorrogar.