El salario medio de las toledanas en el año 2019 ascendió a 15.777 euros, según los datos de la Agencia Tributaria. Esta cantidad es inferior a la percibida por los varones asalariados en la provincia. En el caso de ellos, su remuneración ascendió hasta los 20.085 euros. La diferencia anual entre ambos sexos alcanza los 4.308 euros, una cantidad que se traduce en un ingreso que para las mujeres es aproximadamente 300 euros mensuales más bajo que para los hombres.
Expresado en términos relativos, el sueldo femenino en Toledo es un 21,4% menor al que cobran los hombres. La brecha se mantiene en torno a este porcentaje durante toda la vida laboral.
Las rentas del trabajo percibidas por las mujeres en la provincia son especialmente reducidas durante sus primeros años de vida profesional. Hasta los 18 años, su salario medio es de casi 1.500 euros. Desde los 18 a los 25 años, su trabajo anual se remunera con unos 6.400 euros. Entre los 26 y los 35 años, todas sus nóminas anuales suman 13.900 euros. La cifra con que se gratifica su desempeño profesional es especialmente llamativa, por baja, en esta franja de edad: pasada la etapa de formación académica, la incorporación de nueva mano de obra al mercado laboral se encuentra con el obstáculo de los bajos salarios. El salario medio anual que las mujeres de Toledo reciben hasta los 35 años dificultan su emancipación y complican sus posibilidades de formar una nueva familia. La propia maternidad emerge como otra circunstancia con potencial lesivo para la carrera profesional de muchas mujeres.
Las toledanas ganan 4.300 euros menos al año por su trabajo - Foto: Created with DatawrapperLa cantidad promedio que recibe cada trabajadora en la provincia a lo largo de un año es menor que la media nacional, que se sitúa en los 17.297 euros (hay 1.520 euros de diferencia). También es inferior el dato salarial femenino relativo a Toledo que el que marca el conjunto de la comunidad autónoma. Castilla-La Mancha retribuyó el trabajo de las empleadas con 15.916 euros de media (139 euros más en el agregado de la región). La comparativa entre ambos niveles administrativos no refleja el liderazgo que sí tiene la provincia en la que se establece la capital regional en otros indicadores macroeconómicos. Al contrario, la baja cifra en el salario de las mujeres de Toledo apunta hacia el trabajo temporal y a tiempo parcial en muchas de ellas. El mal dato sugiere, además, que una parte de las profesionales de la provincia están ocupadas en actividades para las que no se requiere una cualificación muy elevada o que lo hacen en ciertos sectores castigados por la devaluación salarial posterior a la crisis de 2008.
Las toledanas perciben un salario más bajo que el de los hombres en todas las franjas de edad. En todas ellas permanece por debajo de los 19.000 euros. La renta femenina más elevada se da entre los 56 y los 65 años, con 18.870 euros. Pasados los 65 años, la edad legal de jubilación hasta 2020 y el tope establecido como habitual, el salario que perciben quienes continúan trabajando se reduce con respecto a las etapas previas: en el caso de ellas queda establecido en los 10.084 euros anuales. Probablemente, quienes continúen realizando una labor por cuenta ajena lo hagan por necesidad de mantener unos ingresos que las pensiones que habrían de percibir no alcanzan.