Rodri es el siguiente jugador del CD Toledo que reconoce que las dos últimas victorias les han cambiado el ánimo. Para el mediocentro de Valladolid, la del CD Torrijos fue «la más importante», porque les permitió «salir de la mala dinámica». La del domingo frente al CD Illescas, sin embargo, ha servido «para que nos reafirmemos, y al equipo se le ve con otra mentalidad».
Desde su punto de vista, los diez días sin competir, entre uno y otro partido, les vinieron «perfectamente» para «poder asimilar todo lo que quiere el entrenador de nosotros». Por eso, el centrocampista verde no cree que les beneficie el descanso forzado de este domingo por el calendario. «Lo que necesitamos en volver a jugar para seguir creciendo, pero, al menos, nos permitirá trabajar más todos esos aspectos nuevos».
Preguntado por esas directrices de Diego Merino, lo que resalta Rodri principalmente es que el técnico extremeño les ha insistido en que confíen en sí mismos. «La mala racha nos bajó la moral y él siempre nos repite que somos mucho mejores de lo que dicen los resultados», añade.
Además, está convencido de que la negación ante el gol ha cambiado definitivamente, pues «no es problema de no generar ocasiones». Repite que el CD Toledo las estaba teniendo y que era cuestión de tiempo «que acabaran entrando», una correlación que depende mucho de la confianza, según el futbolista.
Después de insistirle, Rodri no se pliega a hacer cuentas de la lechera. Parece que en el vestuario verde solo están preocupados de sí mismos y no de llegar a los 38 puntos. «No podemos pensar en otra cosa porque ahora mismo dependemos de nosotros para estar en la fase de ascenso», dice.
Rodri ha jugador este año en el Subgrupo A, con el Manchego, y en el Subgrupo B, con el CD Toledo. No ve ninguno por encima del otro, y solo al Atlético Albacete «un poco por encima, pero no imbatible».
Como confiesa, fue una decisión «fácil» fichar por el conjunto de la Ciudad Imperial porque es un club «grande y atractivo» que está «en una categoría que no se merece». Haber coincidido con el director deportivo, Luis Jaime Puebla, y con el exentrenador, Roberto Aguirre, fue determinante. Ademas, su adaptación ha sido meteórica «por la cantidad de partidos seguidos que hemos tenido que jugar».