Toledo se prepara para inicio del curso escolar más atípico. La nueva normalidad vuelve mañana a las aulas con la máxima incertidumbre, muchos protocolos y la certeza de que será muy difícil esquivar un virus que cada día suma más y más positivos.

Los padres de los alumnos son un mar de dudas. El riesgo de contagio choca con el derecho a la educación de sus hijos, que llevan ya demasiados meses sin colegio. La educación a distancia ha demostrado sus carencias y hoy por hoy no suple el trato directo con los docentes. Lo saben hasta los propios niños, que pocas veces han estado tan deseosos de volver a las clases.

El panorama no es halagüeño, y por eso los distintos equipos directivos y el profesorado llevan días inmersos en una carrera contrarreloj para poder ofrecer las mejores garantías de poder iniciar el curso.

Los colegios ultiman señalización y nuevos espacios - Foto: Yolanda Lancha

Se han presentado tres escenarios posibles antes la evolución de la pandemia, el presencial que mañana comienza, el semipresencial ante un escenario de brotes puntuales y un tercero a distancia por si la situación vuelve a descontrolarse y hay que cerrar de nuevo los colegios.

En el marco presencial que mañana comienza la limitación de contactos es esencial, y por eso los distintos colegios de la ciudad ultiman su señalización y sus nuevos espacios. Menos alumnos y aulas más grandes, circuitos de entrada y salida, accesos escalonados, patios en grupos ‘burbuja’… todo es poco para evitar que se produzcan aglomeraciones y contactos de riesgo. Por eso, no extraña que muchos centros hayan intentado hacer especial hincapié en evitar que los padres se amontonen a la entrada y salida del colegio para recoger a sus hijos. Si esto último se produce, de nada habrá servido todo el protocolo.

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Mascarillas para alumnos y profesores siempre que sea posible, máxima higiene de manos y ventilación de las aulas son otras de las medidas que, lógicamente, conllevarán que este curso se pierda mucho tiempo lectivo. La inversión en salud también merece la pena.