«Urge derogar cuanto antes el tema de las subcontratas»

J. Monroy
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«Hay que regularlas. No es asumible que en una empresa haya trabajadores realizando las mismas tareas y en algunos casos cobrando uno la mitad del que tiene al lado»

«Urge derogar cuanto antes el tema de las subcontratas» - Foto: David Pérez

¿Como ve la situación actual del empleo?

Hay una situación laboral muy extraña. En la historia reciente no nos hemos encontrado una pandemia que nos genere esta incertidumbre, que es lo peor de todo. Esta incertidumbre no tiene fecha y deja en el aire las distintas situaciones laborales e incluso las negociaciones. Sí que es cierto que el actual Gobierno, en negociaciones con los agentes sociales, con los sindicatos, ha elaborado herramientas, como los ERTE, que han sido fundamentales para mantener gran parte de los empleos. Esperemos que, poco a poco, esos ERTE se vayan reduciendo y los trabajadores vayan recuperando su ritmo de trabajo norma.

¿Esto mejorará o empeorará cuando terminen los ERTE?

Yo soy optimista. Espero que en el momento en el que la situación sanitaria mejore, se retomarán las actividades más afectadas, como Comercio, Hostelería o todo lo relativo a la Movilidad. Ya veremos a qué ritmo, pero sí soy optimista.

¿Qué sectores son los que están peor?

Siempre hablamos de la Hostelería y del Turismo, que es cierto que se han llevado un varapalo muy duro, como podemos ver en Toledo capital, con tantos locales cerrados. Pero hay otros sectores de los que se habla menos, como son todos los relativos a la Movilidad, que se ha restringido, en el que todas las empresas de transporte de viajeros, de aeronáutica o las que se dedican a la movilidad en general se han visto muy afectadas. Estos días estamos negociando un nuevo ERTE para 2021 Aernnova en Toledo.

Una de las cosas que le he escuchado a usted es que quiere atraer a los jóvenes al sindicato. Es algo que siempre se busca, pero ¿cómo se hace?

Lamentablemente, el sindicato ha tenido muchas críticas, nos han criminalizado muchas veces intencionadamente, porque al final a la patronal le interesa también que no haya representante sindical. Tenemos que hacer una labor pedagógica pura y dura, acudir a los jóvenes, sobre todo a los sectores donde se estén introduciendo más jóvenes en Toledo, como la Logística, donde hay tantas plataformas donde están entrando mucho jóvenes, e irles enseñando poco a poco el trabajo que hace el sindicato, que nos vean día a día, y las ventajas de estar afiliados y pertenecer a una organización sindical como CCOO.

Lo que sí está logrando el sindicato es que se incorpore la mujer.

Esto es producto de la incorporación de la mujer al trabajo. Luego sindicato ha hecho una labor importante de fomentar su incorporación, no solo entre los afiliados, sino también en los distintos puesto orgánicos y ejecutivas. La mayor parte de la afiliación que está entrando en Toledo y Castilla-La Mancha es de mujeres.

¿Cómo se lucha contra la brecha salarial?

Lo primero, legislando para poder paliar esas diferencias que coartan en muchos casos que la mujer pueda acceder a puestos de dirección, y que genera esta brecha. En lo que a nosotros nos toca, que es la negociación colectiva, tenemos que negociar convenios que no tengan disparidad entre las categorías más enfocadas a los hombres y las de mujeres. Hasta hace no poco, en los convenios de Limpieza que se aplicaban en el sector público, como los hospitales, se diferenciaban las categorías de limpiadora y de peón de limpieza, con un salario inferior para las primeras, porque se entendía que los peones tenían una carga física. Eso se ha ido corrigiendo con el tiempo. Aunque las empresas privadas con convenio propio siguen manteniendo ese error histórico.

¿Y la lucha contra la precariedad laboral?

No podemos permitir, y tendremos que darle una vuelta al salir de la crisis, que haya sectores en los que, de forma general, se habiliten contratos con subcontratas y ETT; con empleados que trabajan cuatro días a la semana, a los que vuelven a dar de alta el lunes; no pueden permitirse ir al médico; no pueden permitirse acudir a una cita con sus hijos, porque tienen unos contratos miserables, en fraude muchas veces. Muchas veces, el sindicato tenemos el handicap de que no podemos llegar a todo. Si los trabajadores no nos informan, no podemos denunciarlo porque no somos conscientes de que ocurre en muchas empresas. Pero los trabajadores tienen miedo de denunciar. Hay que acabar con esa precariedad, sobre todo en sectores donde está muy instaurada, como la Logística o la Hostelería, con contratos a jornada parcial que luego son de ocho o diez horas. Hay que poner el foco en estos fraudes, en colaboración con la Inspección de Trabajo, para tratar de acabar con ello cuanto antes.

Acabamos de visitar en los Montes de Toledo a unas trabajadoras de un centro especial de empleo. Son mayores de cincuenta años y discapacitadas. Sufren una serie de abusos empresariales de acoso en el trabajo y exigencias laborales muy por encima de lo permitido a trabajadores de esta situación. Al estar en un centro especial de empleo, se supone que están con contratos de formación. Pero no reciben formación alguna, trabajan como cualquier operario y están cobrando 700 euros. Es inadmisible, el sindicato lo va a denunciar. Es un ejemplo de cómo llega la precarización y se ceba en los trabajadores más vulnerables.

¿La derogación de la reforma laboral puede ser una ayuda para controlar los abusos de las subcontratas?

Uno de los puntos de la famosa reforma laboral que urge derogar cuanto antes el de subcontratas. Hay que regularlas. No es asumible que en una empresa haya trabajadores realizando las mismas tareas y en algunos casos cobrando uno la mitad del que tiene al lado. En Toledo hemos tenido el caso sonado de los trabajadores de la cementera Lafarge, que tenía unos trabajadores con una contrata que cobraban exactamente la mitad de los demás. También están los trabajadores de Eulem, aquí en Aernnova, algunos con una antigüedad de casi veinte años, que cobraban en torno a 12.000 o 15.000 euros menos que otros que realizaban las mismas tareas.

Y mientras tanto, han crecido los siniestros laborales en la provincia en un año como el pasado.

Esta es una preocupación prioritaria donde nuestro sindicato a nivel nacional, regional y en Toledo tiene puesto el foco a diario. De hecho, acabamos de sacar una campaña, como todos los años, de formación a nuestros delegados y afiliados en materia de prevención. Tienen que sabe la problemática que hay para evitar los accidentes.

Está demostrado que, por ejemplo en la provincia de Toledo, en el 90 por ciento de los casos en las empresas con accidentes mortales no hay ningún tipo de representante sindical, no hay ningún delegado que vele por la seguridad de los trabajadores.

Para esto es prioritario que el sindicato llegue a toda la provincia.

El sindicato está implantado ya en toda la provincia, lo que queremos es reforzar la presencialidad, sobre todo para no afiliados, en las distintas sedes que vamos a ir abriendo o reabriendo. Ahora tenemos abiertas las sedes en Toledo, Talavera, Illescas y la de Torrijos, que momentáneamente está cerrada. Queremos potenciarlas con más días y más gente, para que los ajenos al sindicato tengan un sitio donde acudir, consultar y presentar documentación. Aunque hoy el 90 por ciento de las consultas se hacen por teléfono. Lo que haremos es poner un sindicalista de referencia.

¿Zonas como La Sagra o Talavera van a verse más perjudicadas por la crisis?

Especialmente, la comarca de Talavera, que tienen unos índices de paro brutales, son un escándalo, de lo más alto de Europa. Eso deriva en unos abusos empresariales que hacía años que no veíamos, aprovechándose de la necesidad de la gente. Es fundamental tener un refuerzo en esa zona, una comarca con una cantidad de trabajadores grandísima.

Para solventar todos estos problemas, ¿por qué es mejor un sindicato de clase como CCOO que uno sectorial?

Nosotros cubrimos todos los derechos de los trabajadores y todos los derechos comunes a todos los trabajadores. El ejemplo más claro es el sanitario: no entiendo que llegues a un puesto de trabajo y haya un sindicato que defienda solo a las enfermeras, otro solo a los celadores y otro a los médicos. Eso lo que hace es una división de la fuerza. Si lo que queremos es aunar a los trabajadores en un interés común, como la defensa de los intereses públicos, la defensa de la Sanidad y de la Enseñanza, cuanto más seamos, mayor sea la fuerza, mejor. Hay incluso cierto carácter clasista en muchos de esos sindicatos. Yo si voy a un centro de trabajo, defenderé los intereses de los trabajadores que tengan más ingresos y de los que menos, tanto los de limpieza, como el neurocirujano. No entendemos esa diferenciación.

Esta semana hemos tenido el ejemplo de la privatización del servicio de lencería en el hospital. Es una privatización que afecta a todo el sistema sanitario, y no puede ser que, como solo afecta a los celadores, se defienda solo desde su parte, y el resto de sindicatos corporativos no se muevan. CCOO, con 60.000 afiliados a nivel regional, ejercerá toda su presión para revertir esta situación y  que finalmente no se privaticen servicios sanitarios, sea el de lencería o el que sea.

Además veo un sindicato comprometido con la sociedad, con cuestiones como la igualdad.

CCOO es un sindicato sociopolítico, está en nuestros estatutos y en nuestra base. Entendemos que para mejorar la vida de los trabajadores hay que lograr mejoras sociales, que se realizan a través de la política. No podemos encabezar la lucha feminista y no obligar a los políticos a que legislen por una igualdad real.