El CD Toledo sigue mirando adelante, hacia un futuro incierto condicionado por los resultados del último mes. Sin embargo, desde la zona alta, los nuevos dirigentes no pierden un segundo en mirar al pasado y a unas decisiones que, rotundamente, no entran en esa lista de causalidades. El presidente, Joaquín Sánchez-Garrido, asevera que no se equivocaron en los cambios realizados en la plantilla y se reafirma en el cambio en el banquillo, porque Diego Merino «es el idóneo para reenchufar a la plantilla».

El mandatario entiende que «los fichajes han mejorado la plantilla, y los que se han ido, no estaban contando para el entrenador, salvo el caso de Cifo». Confiesa que es una apuesta que el tiempo evaluará, pero tiene la convicción de que las decisiones de la dirección deportiva, a cargo de Luis Jaime Puebla, «han sido para aspirar al objetivo; teníamos que hacer estos ajustes».

Respecto al relevo del entrenador, Sánchez-Garrido insiste en que siempre quisieron respetar el contrato de Roberto Aguirre, aunque desliza ciertas desavenencias iniciales: «Había cosas que no nos satisfacían respecto al juego, independientemente de los resultados, que estaban ahí, y el equipo estaba primero antes de Navidad».

Pero llegó el parón de Navidad y la borrasca Filomena. Dos imponderables que, junto con el ingrediente de la pandemia, han pasado una factura elevada al CD Toledo, según su regidor. «Acumulamos 35 días sin competir, con problemas para entrenar y ahora vamos a jugar cinco partidos en catorce días, algo inusual en esta categoría», asegura.

El fichaje de Diego Merino, por tanto, está destinado a espolear a un plantel que necesitaba «un cambio radical», como agrega Sánchez-Garrido. Según su opinión, «tiene un perfil de motivador nato, es un referente profesional joven y con un currículum importante», así que está convencido de que «todo va a cambiar».

Para el mandatario, esos brotes verdes que se buscaban ya se atisbaron en Cuenca y se confirmaron en Villacañas: «Se vio a un equipo que sometió más al rival y, de seguir así, llegarán las victorias, que es lo que se necesita ahora mismo».

En cuanto a la bajada de salarios de los futbolistas, el presidente verde se reafirma en esta línea porque «es una temporada difícil, y con la que está cayendo en todos sitios, teníamos que ajustarnos, como lo están haciendo todas las empresas del país». Es un factor que tampoco cree que haya tenido consecuencias en los resultados porque, según dice, «lo han entendido perfectamente y todos tienen buenos contratos». Incluye que muchos de los contratos anteriores «no eran razonables» y, por eso, «había que poner un punto de racionalidad».

De cara a lo que queda, está «absolutamente convencido» de que, ganando todo lo que queda, el CD Toledo estará en la pelea por el ascenso a Segunda B. Da tranquilidad a los aficionados porque «la plantilla está tranquila, concienciada y supercomprometida».