Una biblioteca cerca de casa

J. Monroy
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Río Chico pone hoy en marcha un esperado servicio en Valparaíso, y sigue reivindicando al Ayuntamiento que le asigne personal, como hace en otros barrios

Una biblioteca cerca de casa

Comienza el nuevo curso y  la Asociación de vecinos Río Chico se plantea nuevos retos, con la vista puesta en las carencias que todavía tiene el barrio de Valparaíso, en materias como la cultura y el ocio, pero con la conciencia tranquila de que está predicando con el ejemplo ante las administraciones y haciendo cuanto en esté en su mano para buscar soluciones.

En el día de hoy, se pone en marcha uno de los proyectos en los que Río Chico ha venido trabajando desde hace tiempo, la primera Biblioteca de Valparaíso. Situada en el centro cívico del barrio, abre sus puertas esta tarde a partir de las seis de la tarde. El nuevo servicio cuenta de momento con siete estanterías blancas que, poco a poco, se van llenando de libros. Hay cuentos infantiles, varias enciclopedias y diversas novelas universales.

La Biblioteca ha surgido de la necesidad de los vecinos del barrio.Muchos de ellos se han estado desplazando a la del centro cívico de Buenavista y a la Biblioteca Regional del Alcázar, y empezaron a preguntar por las opciones que tenían para contar con préstamos en su barrios, entre ellas la posibilidad de que el Bibliobús hiciera parada allí.

Una biblioteca cerca de casaUna biblioteca cerca de casaPero, para su contrariedad, la respuesta fue negativa. «Así que nos pusimos manos a la obra y decidimos montar aquí una sala que permitiera hacer la triple función de sala de ocio, servicio de préstamo y sala de lectura», explican desde la Asociación. El proceso no ha estado exento de problemas. Se ha retrasado, por ejemplo, por las goteras del centro cívico, precisamente en la sala inicialmente escogida para el servicio. Finalmente, ha sido posible gracias a una inversión inicial de 3.600 euros para poder hacer la obra y adecuar el espacio, comunicando la sala de lectura con la oficina, y permitir la integración del espacio con las labores administrativas. Además se hizo otra inversión de alrededor de 2.000€ euros en mobiliario y se adquirieron dos ordenadores para completar el proyecto. Este desembolso se pudo realizar gracias a la subvención municipal a la Asociación de Vecinos, que se ha invertido en el proyecto.

Más reivindicaciones. Río Chico también recalca la dotación de libros, fruto de la labor solidaria de los vecinos, que han ido donando de forma totalmente altruista ejemplares y colecciones propias. Así se han ido llenando las estanterías de la sala. Aunque la Asociación ha solicitado también tanto al Ayuntamiento de Toledo como a la Diputación que le ayuden con donaciones de libros o juegos de mesa, para poder completar su colección. «Esperamos que no se quede en una de tantas peticiones olvidadas para nuestro barrio», apunta.  Además, la Asociación está abierta todavía a seguir recogiendo ejemplares de quien los quiera donar. Se pueden dejar los libros por la mañana de nueve a dos junto a la puerta de la oficina del centro cívico o por las tardes de seis a nueve de lunes a jueves.

A partir de ahí, Río Chico también espera ganar la siguiente batalla por los libros, conseguir del Ayuntamiento que se asigne personal para poder abrir esta Biblioteca vecinal como tienen otros barrios, «pues nuestro horario de uso se queda escaso para poder mantener la apertura tanto por las mañanas como por las tardes, en la actualidad solo se va a poder usar en horario de oficina de lunes a jueves de 18 a 21 horas, que es cuando nosotros tenemos al personal administrativo para las demás actividades que desarrollamos en el centro cívico».

Una biblioteca cerca de casaUna biblioteca cerca de casaLa Biblioteca ha sido solo un paso, porque desde la Asociación apuntan que «sentimos que nuestro barrio sigue presentando muchas carencias con respecto a los servicios que otras zonas sí disfrutan, entre ellas la necesidad de tener un espacio que nos ayude a fomentar la lectura y que sirva también como complemento a las actividades educativas o de ocio que un joven vecindario como el nuestro necesita».

Confía Río Chico en que poco a poco los distintos barrios se vean equiparados con similares servicios «y contemos con los recursos necesarios para seguir proyectando y poniendo en marcha más iniciativas como esta».