La hostelería vuelve a verse como uno de los grandes perjudicados con el reforzamiento de medidas del Nivel 3 establecido desde ayer en toda la comunidad, donde se les impone un cierre total de sus locales. Ayer permanecieron cerrados tras conocer la mañana anterior, que su sector no podía subir sus puertas después de las restricciones de aforo, en interior o en terrazas acumuladas en los últimos meses.

El presidente de la Asociación de Hosteleros de Talavera, José Ángel Heras, asegura que esta será la puntilla para una actividad económica maltrecha desde que el Covid apareció hace ya 10 meses. «La situación es dramática, aquí va a haber un montón de cierres, porque muchos van a tirar la toalla. Sabemos perfectamente que no van a ser 10 días».

Algunos locales han decidido mantener su negocio con el servicio a domicilio, pero «la grandísima mayoría no porque no es rentable». Por ello, indica convencido en declaraciones a La Tribuna, «se van a cargar este sector y se lo van a cargar por capricho».

En su opinión, no es necesario  el cierre, porque el 90 por ciento de hosteleros han cumplido las medidas de seguridad e higiene y el control de aforo al que han sido sometidos en este tiempo. Heras dice que son datos demostrados, y que el 10 por ciento restante que no cumple, «una minoría, deben ser sancionados duramente, pero no pagar todos por ello».

Asegura que las administraciones creen que ellos son «el  principal foco aunque supermercados y autobuses a Madrid están a tope». Por ello, indica que «nosotros no somos el problema, quizá podemos ser hasta parte de la solución».

La situación financiera de los locales de hostelería les obliga a solicitar un plan de rescate para el sector, «urgente, firme y económico». El problema se complica hoy, día 20, cuando todos los locales «tienen que pagar su trimestre, sin facturar ni un duro», indica Heras. Además, explica que tanta restricción, ayudará a generar «contratos basura que van a salir ahora, además de aumentar el desempleo después de seis meses tras el ERTE».  En su opinión, los ERTE no se han convertido en una ayuda sino en un gasto porque «además de pagar al trabajador que tienes trabajando, tienes que pagar por el que está en ERTE».

Así, incide en la poca rentabilidad para los profesionales de la hostelería, «sin cobrar, pagando el trimestre, con subida de la cuota de autónomo, los ERTES, sin saber si renuevo o despido a la gente y de paso nos suben el IVA de los refrescos...».