El 24 de enero de 1991, el rey Juan Carlos I visitó Illescas para inaugurar la nueva factoría que Construcciones Aeronáuticas (CASA) acababa de abrir en la cabecera sagreña. El jefe de Estado recorrió las instalaciones de la compañía pública estatal, germen de la actual Airbus, acompañado por el entonces vicepresidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y del consejero de Industria, José Luis Ros. La inversión realizada en la planta sagreña alcanzaba los 34 millones de euros y empleaba a unas 30 personas. Illescas se abría a la tecnología de la fibra de carbono y se sumaba a la construcción del Eurofighter, el helicóptero de combate europeo, mientras aguardaba la llegada de más compañías vinculadas a un sector intensivo en puestos de trabajo y salarios altos. «El municipio se está viendo beneficiado por estas empresas, además de por el empleo que generan, por los ingresos que suponen para el Ayuntamiento», decía en Lanza Felipe Delgado, el alcalde de Illescas durante la primera mitad de los noventa.
Juan Carlos de Borbón regresó a la capital de La Sagra en marzo de 2019, aunque ya con la condición de rey emérito, para presenciar una corrida de toros en la plaza cubierta de Illescas. El festejo, que agotó las 6.000 localidades puestas a la venta, contó con la participación de los toreros Morante de la Puebla, Sebastián Castella y Andrés Roca Rey. El monarca se sentó en una barrera, recibió el brindis de los tres espadas y disfrutó de la tarde acompañado de su hija la infanta Elena y del embajador de Estados Unidos en España, Richard Duke Buchan III.
Además, el rey Juan Carlos ha sido cliente asiduo del restaurante El Bohío de Illescas, establecimiento regentado por el televisivo cocinero Pepe Rodríguez y premiado con una estrella Michelín.
El ya rey emérito junto a la infanta Elena en marzo de 2019 en una barrera de la plaza de toros cubierta de Illescas. - Foto: DominguínMañana será el rey Felipe VI quien se desplace hasta la tercera ciudad más poblada de la provincia para inaugurar la nueva planta de Seur en Illescas. El primer acto que han tenido el padre y el hijo en esta localidad ha consistido en visitas a nuevas sedes empresariales y ambas han atendido a los dos grandes ejes económicos illescanos: la aeronáutica, ahora amenazada por la coyuntura de la pandemia, y la logística, en clara expansión.
En los 30 años que separan los dos eventos, Illescas se ha transformado: de los 7.952 habitantes de 1991 hasta los actuales 29.558 vecinos.