Seis días después de la nevada, en del Casco histórico todavía hay un número relevante de calles impracticables y un notable número de vecinos que no pueden salir de sus casas a comprar, ir a trabajar, o abrir sus negocios. Desde Iniciativa Ciudadana, Hilario Alarcón apunta que «la casuística de estos casos, es bastante apreciable y a tener en cuenta para que el Ayuntamiento corrija errores en el futuro». Desde la asociación vecinal del Casco aportan soluciones, para próximos casos, como organizar mejor a los residentes para echar una mano, y esperan que todos los problemas actuales no tarden más es tener solución.

Algunos vecinos han sugerido a Iniciativa, apunta Alarcón, que si el Gobierno Local se tomara en serio la real participación vecinal y los Consejos de distrito de Participación Ciudadana, «podría aprovechar éstos últimos para crear, de forma automática, por distritos, grupos vecinales dotados de medios municipales para colaborar de forma rápida y eficaz con el Ayuntamiento en situaciones de emergencia como ésta, donde el Ayuntamiento se ha visto claramente desbordado». Porque «repartir a las asociaciones de vecinos, ya demasiado tarde, cuatro palas por distrito es una gestión donde el Ayuntamiento tiene espacio para mejorar la colaboración vecinal, y mucho».

Propuestas concretas. Han sido varios los correos, mensajes y comentarios de socios, simpatizantes y vecinos, remitidos a Iniciativa Ciudadana por el Toledo Histórico. Alarcón resume sus propuestas.

Para empezar, sugieren los vecinos que el Ayuntamiento de Toledo y el resto de administraciones, minusvaloraron el alcance de temporal, y sobrevaloraron los medios. Apuntan algunos que si cinco días después de la nevada no pueden salir de su casa, «ya no es por el temporal».

Además, «la información a los vecinos sobre la planificación y avance de los trabajos para recuperar la movilidad en calles y plazas es manifiestamente mejorable». Porque anunciar que, en el Casco, se han planificado concentrar los trabajos de despejar de nieve y hielo en 14 rutas (sin desvelar calles), y que el resto debe tener paciencia (sin informar de un plazo máximo de actuación), «no es informar». También hay quejas sobre los criterios municipales para definir la prioridad de unas calles sobre otras. Por ejemplo, no se ha entendido que el remonte de Recaredo estuviera abierto pero incomunicado por nieve durante cuatro días, y además con las escaleras mecánicas sin funcionar.

En general, los vecinos asumen que, en el Casco, «el Ayuntamiento está mejor preparado para afrontar incidencias imprevistas en las grandes fiestas y festejos, que en atajar las consecuencias de temporales de nieve». Los vecinos sufren por tener su vida paralizada por la meteorología, y además se suma no tener noticias concretas o aproximadas de cuándo va a ser una prioridad para su Ayuntamiento, lo que aumenta la angustia. Se repite: pedir continuamente paciencia y prudencia, no es informar.

El Ayuntamiento debe aprender de los fallos, y corregirlos, insiste Alarcón. De nada sirve que el Consistorio no reconozca errores, ni que los vecinos recitemos una larga lista de estériles reproches por casos concretos, «lo que es valioso es, entre todos, la voluntad de aprender hoy para estar mejor preparados para acontecimientos futuros».