Irene Sánchez-Escribano tiene todo medido. Quiere llegar en plenas condiciones a los Juegos Olímpicos de Tokio y, por eso, va quemando etapas hasta el próximo 1 de agosto. Este viernes participará en la prueba Diamond League de Mónaco, en lo que será un buen ensayo para lo que le espera en la capital japonesa.

Y es que, la toledana se va a encontrar con las mejores del mundo en los 3.000 obstáculos. De hecho, en la lista de doce participantes, la del Adidas será la que presente peor marca de la temporada, con 9:30.24. Sin embargo, va a poder medir su nivel actual con mujeres de la talla de la keniana Hyvin Kiyeng, que este año ha corrido por debajo de 9 minutos y 5 segundos. También estarán en la salida sus compatriotas Purity Kirui, Fancy Cherono y Beatrice Chepkoech.

Por lo demás, Sánchez-Escribano se medirá, igualmente, con otras africanas como la etíope Lomi Muleta. Entre la representación europea, destacan la británica Elizabeth Bird, la alemana Gesa Felicitas Krause y la eslovena Marusa Mismas-Zrimsek. Completarán la nómina de obstaculistas en el principado la estadounidense Emma Coburn, la australiana Genevieve Gregson y la atleta de Baréin Winfred Mutile Yavi. La carrera arrancará a las 21:35 horas en la pista del estadio Luis II.

Lógicamente, el objetivo de la corredora capitalina será afinar su estado de forma de cara a los Juegos Olímpicos de Tokio. Será una de las pocas salidas que realizará antes de viajar a Japón el próximo día 23.

Después del Campeonato de España, la idea fue tener los menos contactos posibles para no poner en peligro su participación olímpica. Hay que recordar que Irene Sánchez-Escribano, como el resto de los olímpicos, ya se encuentra vacunada contra la COVID-19 desde hace semanas. Aun así, tendrá que someterse a muchas pruebas PCR a su llegada al país asiático y durante su estancia en la villa olímpica.