El CF Talavera vuelve a lucirse fuera de casa

Miguel Ángel Guillén/ADG
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El equipo blanquiazul golea al Melilla por 0-3 con un gol de Góngora de penalti y dos de Ceberio

El equipo blanquiazul celebra la victoria en el vestuario del estadio Álvarez Claro. - Foto: CF Talavera

Melilla: Rubén Gálvez; Alberto, Pepe Romero (Altimira, min. 58) Jesús Muñoz, Gutiérrez; Sana (Ferrera, min. 74), Quesada (Eder, min. 46); Juanca (Youssef, min. 58), Fran García, Borja Díaz; y Agus Alonso (Isma, min. 74).

Talavera: Edu; Pablo Monroy (Héctor, min. 75), Víctor Ruíz, Mario (Juanma, min. 56), Bourdal, Góngora; Vicente (Choco, min. 75), Ceberio; Dorrio (Toño Calvo, min. 69), Añón; y Rodrigo (Adighibe, min. 69).

 Árbitro: Fernández Cintas (Comité andaluz) Amonestó a los jugadores locales Fran García, Pepe Romero y al jugador visitante Añón.

Goles: 0-1 Góngora, de penalti (min. 16) 0-2 Ceberio (min. 25) 0-3 Ceberio (min. 42).

Ramón Álvarez Claro. Partido jugado a puerta cerrada.

Cómoda victoria del Talavera en su desplazamiento al norte de África para sumar tres puntos ante un Melilla que fue de más a menos. El conjunto cerámico recuperó su mejor versión y olvidó el traspiés sufrido hace una semana frente al Mérida. Cambió Víctor Cea su planteamiento, dio más importancia a las contras frente a la posesión en la matinal de un domingo que tuvo a Góngora, Añón y Ceberio como grandes protagonistas.  Mención especial mereció el lateral malagueño que anotó un penalti y colocó dos centros medidos a la cabeza de Ceberio en un partido en el que el equipo visitante exhibió su pegada.

Una cita que, además del amplio capítulo deportivo, tuvo una mirada especial a los banquillos. Por parte melillense el estreno de Ángel Viadero en la parcela técnica después de la destitución de Aloisio como consecuencia de una racha de seis partidos sin sumar de tres puntos. Del lado visitante, la presencia de Víctor Cea, propietario de la pizarra del Ramón Álvarez Claro durante la pasada temporada hasta su salida por la puerta de atrás.

Empezó mejor el conjunto norteafricano con una llegada muy clara en la que Agus Alonso no supo transformar al primer toque un centro medido desde el costado derecho. Acto seguido fue Juanca quien remató alto con pierna derecha sobre el punto de penalti. Cinco minutos de asedio por parte de un equipo que mostró una imagen bien distinta a la de jornadas pasadas. Intentó sacudirse la presión Ceberio en un lanzamiento lejano que no sorprendió a Rubén Gálvez, una de las novedades introducidas por Ángel Viadero en su primer once.

La superioridad numérica que propuso el Melilla en la parcela ancha del campo dificultó las maniobras del bloque medio blanquiazul. Intentó Víctor Cea dar protagonismo a sus carrileros para compensar el dominio que impuso de inicio un rival muy dinámico. Todo cambió en una internada de Añón con caño incluido que abortó Jesús Muñoz con una zancadilla muy clara dentro del área. El resto fue cosa de Góngora, siempre fiable a balón parado, para poner en ventaja a sus compañeros con un lanzamiento raso, desde los once metros, que burló a Rubén Gálvez.

El gol propició un intercambio de golpes en ambas porterías con consecuencias desiguales. Primero, Fran García con un tanto anulado por rematar en situación de fuera de juego. Sólo un minuto después, Añón lanzó una nueva contra que terminó en córner. El saque de esquina botado por Góngora lo aprovechó Ceberio, quien con un cabezazo poderoso marcó el gol de la tranquilidad.

Hizo mucho daño el equipo de Víctor Cea en las transiciones después de robo, con Añón siempre protagonista entre líneas. El atacante coruñés destrozó el carril defendido por Gutiérrez, superado de forma constante en la primera parte. Sin embargo, los focos apuntaron a Ceberio. El donostiarra volvió a cabecear otro centro medido de Góngora justo antes de descanso para dejar noqueado al que fue su equipo la temporada pasada.

Un cero a tres en el descanso que dejó claras las diferencias entre una entidad llamada a pelear por el ascenso frente a una que, pese a su presupuesto, se asomó de forma peligrosa a las posiciones de descenso. El plantel anfitrión se deshizo después del primer gol visitante y se convirtió en un grupo de once fantasmas que deambularon por el Ramón Álvarez Claro. Un equipo sin pólvora, con repliegues mal organizados y jugadores de escaso nivel para la exigente categoría de bronce. En definitiva, una víctima propicia para un Talalavera que en la segunda parte castigó las carencias del contrario pese a no aumentar su cuenta anotadora.

Lo intentó Dorrio en la reanudación con dos acciones individuales en el que el futbolista bilbaíno mostró tanta habilidad en el regate como falta de puntería en el disparo. Pasada la hora de juego, Ángel Viadero introdujo tres cambios que dieron la posesión a los suyos en un claro quiero y no puedo más allá de una internada de Fran García, cuyo disparo rozó la madera derecha. Minutos después el colegiado andaluz Fernández Cintas anuló otro gol al Melilla por fuera de juego ante las protestas del banquillo.

También hubo oportunidad para ver el estreno de Adighibe con el partido ya resuelto. El técnico madrileño apostó por el punta nigeriano en detrimento de Chaco, quien ayer resultó señalado tanto en la alineación inicial como en los cambios. El reciente fichaje del Talavera pudo anotar su primer gol con un remate durísimo pero muy centrado desde la frontal que atrapó sin mayores consecuencias el guardameta local. Dio la réplica Youssef con una ocasión desde el perfil izquierdo cuyo disparo se escapó por encima de la meta defendida por Edu.

Avanzó el encuentro hasta el pitido final con el once local en campo contrario en busca de un gol que nunca llegó. Lo intensó siempre Fran García, el jugador más bullicioso de un equipo que fue poco rival para el Talavera. El conjunto cerámico mostró oficio y su versión más eficaz para continuar a once puntos de un Badajoz que mantuvo su paso firme con otra victoria a domicilio.