Simón vincula los picos del Covid con malos comportamientos

Jaime Galán
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El director del CCAES impartió una conferencia en el Colegio Oficial de Médicos de Toledo y analizó los comportamientos durante la crisis o las malas interpretaciones en los discursos

Fernando Simón en el Colegio Oficial de Médicos de Toledo. - Foto: David Pérez

El Colegio Oficial de Médicos de Toledo contó esta tarde con una visita especial. Una de las caras más visibles para todos los españoles durante la pandemia. Se trató de Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Estuvo en la capital regional para impartir una conferencia sobre 'El uso y el mal uso de la información científica en situación de crisis'. Esto traducido quiere decir que explicó a los médicos jóvenes cómo interpretar investigaciones científicas o cómo transmitirlas a otros sectores de la sociedad, y más aun en situaciones de crisis como la reciente pandemia del coronavirus. 

A lo largo de su intervención, de la que parecía iba a ser más breve de lo que realmente fue porque el epidemiólogo tenía que coger un tren, también abordó situaciones vividas durante la pandemia mal enfocadas y acogidas, a su juicio, tanto por los medios de comunicación, como por los profesionales sanitarios o el resto de la sociedad. 

Puso ejemplos de varios de los picos de la pandemia que ha sufrido España y el resto del mundo. Concretamente, el pico de la variante Alfa del virus se produjo en febrero en nuestro país como consecuencia, dijo Fernando Simón, de la relajación de medidas en la época navideña de 2020 que trajeron «grandes movilizaciones sociales», y no por otras causas. Ahora bien, más enfásis puso en la explicación de lo que ocurrió con la variante Delta, la que se convirtió en España en la dominante durante la quinta ola y con mayores consecuencias aun en países como Reino Unido. Tras esa introducción, Simón explicó que numerosas informaciones apuntaron a que se trataba de una modificación del virus más contagiosa y más grave que las anteriores. El director del CCAES afirmó que sí es ligeramente más transmisible y «marginalmente» más grave que la anterior variante, pero detalló que eso no fue más que un ingrediente extra del verdadero problema. Para situarlo, explicó que en Reino Unido antes de la fuerte oleada de contagios que trajo la Delta, se produjo una de las mayores fiestas del país con su relativa relajación de restricciones, por lo que volvió a apuntar a comportamientos socialmente inadecuados como origen principal del problema. ¿Cómo trascendió esto en España? Aunque sus efectos no fueron igual de duros que en las islas británicas, «por el ritmo de vacunación o por los datos que conocíamos con el estudio de seroprevalencia», también llegó el pico de contagios en torno a dos semanas después de las fechas habituales de los viajes de fin de curso. De hecho, Simón matizó que cuando la variante Delta se convirtió en la dominante en España ya se había allanado la curva, ante la alarma de lo que había sucedido en Reino Unido. La conclusión de todo esto para Simón es que la información que vinculaba a esta cepa con una mucho más agresiva no hacía más que «alejarnos de la realidad y del verdadero problema».

Con este mensaje lo que pretendió transmitir es que hay que saber interpretar los estudios o investigaciones científicas. Relató a modo de anécdota que en varias ruedas de prensa le preguntaron sobre artículos científicos que aun no habían sido revisados por la certificación correspondiente, y que con una «mala interpretación» habían sido ya mediatizados. Gran parte de su discurso fue dirigido también a las futuras generaciones de Medicina, para que en la investigación aprendan a interpretar un estudio científico.

Sobre la rapidez de las vacunas contra la Covid y su polémica sobre si fueron más rápidas de lo normal y, por lo tanto, menos eficaces, explicó que «es mentira». Y lo hizo explicando parte del proceso. Simón defendió que se trató de una vacuna dirigida desde el primer momento para vacunar a siete mil millones de personas en el mundo, y si podía ser en un año, mejor. Por ello, argumentó que «cuanto mayor es la masa de casos a los que se aplican los ensayos clínicos, menor es el tiempo de su éxito», porque dijo que otras vacunas que han tardado más años en desarrollarse contaban con menos voluntarios.

Sobre la situación actual en la que se habla de que España está en mejores condiciones que sus vecinos europeos, animó a no entrar en comparaciones porque «cada país tiene diferentes características».