Hay temas urbanísticos que no admiten discusión, sobre todo, si se trata de Vega Baja porque a pesar de las diferencias, los matices y las opiniones de cada uno de los grupos municipales la línea a seguir es la protección de la zona. Por tanto, el punto cuarto del orden del día de la comisión de Urbanismo no dio esta mañana batalla política, pero aun así los grupos no se quedaron callados. En la resolución de la adjudicación del PAU de la unidad de actuación 1 de Vega Baja no hubo fisuras y se votó por unanimidad, con lo que finalmente el jueves quedará anulada en el Pleno la posibilidad de que en un futuro se plantease la construcción de 1.300 viviendas, un antiguo proyecto que quedó invalidado ya hace más de diez años por la catalogación de la zona como Bien de Interés Cultural (BIC).
Los técnicos municipales explicaron que la mejor fórmula para «poner el marcador a cero» en Vega Baja es suspender la actuación de ese PAU que se aprobó hace 17 años, con lo que el equipo de Gobierno municipal inició el procedimiento hace un año para que finalmente «desaparezca la actuación urbanizadora» en estos terrenos. De momento, únicamente sigue adelante este trámite y se descarta «la reprogramación de los terrenos» en estos momentos en los que el POMestá anulado y el Ayuntamiento se encuentra inmerso en el convenio marco de Vega Baja que firmará en unos días junto al Ministerio de Cultural y el Gobierno regional.
«No íbamos a consentir que cuando acabe la legislatura Vega Baja si esté en las mismas condiciones que hace veinte años», apuntó el concejal de Urbanismo, José Pablo Sabrido, satisfecho del curso de la comisión y del comportamiento de los grupos políticos en todos los temas del orden del día.
En este caso, insistió también en la importancia de que Vega Baja «deje de ser un lugar de abandono y se convierta en un lugar de encuentro con miras al Casco Histórico», un objetivo fundamental para el futuro de la ciudad.
Pese a todo, la anulación del PAU trajo consigo dudas y cierta alarma, sobre todo, por parte de IU-Podemos. A su portavoz Txema Fernández le gustaría «que se cerrara del todo la puerta de Vega Baja y se abriera la posibilidad de elaborar un Plan Especial lo más consensuado posible». Si bien, manifestó una llamativa duda en relación a la antigua empresa adjudicataria del PAU, ya que en sus alegaciones deja claro que quiere mantener «un papel preponderante» en el futuro de la zona. «Nos alegramos de que se ponga el contador a cero, pero lo haremos más cuando tengamos el plan especial y comprobemos que ninguna constructora va a tener preponderancia porque se va a tender a un plan de protección y no de urbanización».
A Fernández le preocupa especialmente el tema porque se teme que la empresa Teide «quiera ser el actor principal como Condominio en el Nudo Norte». También aprovechó su turno para criticar que cuando se plantean dudas urbanísticas al final «se resuelven a favor de las empresas constructoras».
En IU-Podemos están deseando conocer el convenio marco a tres bandas que están preparando las administraciones, pero el portavoz sigue echando en falta que se agilice porque estaba previsto que estuviera listo a finales de marzo. Una postura que comparten los grupos de oposición, que siguen sin entender el silencio y tanta tardanza en dar forma al acuerdo y en llevar la información a una comisión de Urbanismo.
Al respecto, Araceli de la Calle, concejala de Ciudadanos, respalda la suspensión del PAU en Vega Baja para que finalice de una vez el debate sobre la posibilidad o no de construir viviendas, pero teme que el convenio marco se retrase y no haya noticias hasta el próximo año, puesto que los cambios en los ministerios del Gobierno de Sánchez también pueden demorar este acuerdo.
Por su parte, el PP está contento, sobre todo, «porque estamos más cerca de saber qué queremos para Vega Baja», pero tampoco entiende qué está ocurriendo con el convenio con Cultura y la Junta salvo que hace poco se modificó para convertirse en un acuerdo marco en lugar de un convenio de colaboración.
Firma inminente. Sabrido salió al paso de las críticas, explicó que el contenido de un convenio sale a la luz en el momento de la firma y comentó que la Junta de Gobierno Local lo aprobará esta semana, el Ministerio de Cultura está listo para la firma y sabe que la Junta también da el visto bueno. A pesar de que no apuntó una fecha concreta, espera que los cambios en el Gobierno central no afecten al convenio y confía en que la primera iniciativa será «la actuación urgente del Circo Romano» para la que Cultura «ya tiene fondos preparados».