La petición para instituir una especialidad de enfermería en urgencias y emergencias, una demanda habitual entre aquellos profesionales que suelen brindar sus asistencias sanitarias en contextos críticos, protagonizó un encuentro celebrado en la sede toledana del Colegio de Enfermería que congregó a sanitarios y responsables de coordinación de los servicios de salud. La intención de este colectivo es contar con una formación específica que blinde «un servicio adecuado y de calidad», una atención que se ha de realizar en unas circunstancias repentinas.
El personal de enfermería pretende «dejar clara la importancia que tiene cada profesional y el servicio que hace», explica Carmen Duque, presidenta de la junta gestora de la Sociedad de Enfermería de Urgencias y Emergencias (Seeue). Para ello, pide «tener ese marco legal» que le otorgaría el reconocimiento oficial de la disciplina. «La especialidad de urgencias y emergencias no es sólo es una necesidad para la población, es la garantía para poder ofrecer la máxima calidad».
Quienes demandan una atención urgente lo hacen en un momento de especial dificultad, «una situación en la que la persona tiene la sensación de que su vida corre peligro». La condición de imprevisible que tiene cualquier emergencia supone «una situación para la que hay que tomar decisiones clínicas de forma inmediata y en la que la formación, el conocimiento, la destreza y la habilidad son fundamentales», añade Duque.
«Podemos encontrarnos con un infarto de miocardio, un politraumatismo, un gran quemado: son situaciones que no se encuentran en una planta de hospitalización», indican desde la Seeue. «Nuestro ámbito de trabajo son las ambulancias, también las urgencias intrahospitalarias», asegura Duque. Un mensaje similar recalca Roberto Martín, presidente del Colegio de Enfermería de Toledo. «Hace más de 60 años que las enfermeras son especialistas y desde hace 20 las tenemos regularizadas; ahora necesitamos un último empujón para que nuestro sistema sistema de salud contemple la figura de los enfermeros especialistas». El organismo gremial apuesta por una asistencia diferencial y específica en los muy particulares casos de las urgencias. «No es sólo necesidad, es dar mayor calidad a nuestros ciudadanos», remarca.
La normativa vigente contempla especialidades de enfermería en matrona, pediatría, geriatría, salud mental, enfermería del trabajo y enfermería comunitaria. Además de estas seis áreas, se pretende sumar urgencias y emergencias. «En Castilla-La Mancha hay unidades docentes para formar enfermeras especialistas con un alto grado de calidad». Duque asegura que la región «es pionera en enfermería, referencia para otros servicios de salud en coordinación en urgencias y emergencias a través del 112 y con unidades móviles de soporte vital avanzado con enfermería». Según el análisis de esta sociedad, «los datos que tenemos son muy alentadores en cuanto a la calidad» del servicio de urgencias prestado desde el personal de enfermería.
Por su parte, Diego Villalobos, secretario de la Seeue, considera «necesario que la calidad asistencial sea la máxima posible» y estima que «esa calidad viene por una formación adecuada, una formación especfíca y suficiente».