Lo hizo para contar una anécdota ante un grupo de estudiantes del Azarquiel a los que esta mañan recibió en el Palacio de Fuensalida. El caso es que el presidente de la Junta desveló ante ellos que de las alternativas que se plantean del paso del AVE para ciudad de Toledo camino de Talavera y Extremadura «probablemente la que va a tener más viabilidad de salir adelante es por Azarquiel bajo un túnel». Bromeó con los alumnos diciéndoles que esperaba que no se notara mucho que por debajo les pasaría un AVE y también con lo complejo que es este tipo de infraestructuras. «Menos mal que el tren va a ir rápido porque los proyectos son desesperantes», ironizó.

En los documentos que maneja el Ministerio en estos momentos hay dos alternativas para que el AVE cruce la ciudad. En una de ellas entraría por un túnel bajo el paseo de San Eugenio, que es a la que se referiría Page. La otra alternativa sería a cielo abierto por el Salto del Caballo. Pero si el proyecto de meter alta velocidad por en medio de una ciudad ya es complicado de por sí, en Toledo hay que sumarle una derivada más en su subsuelo. Al hablar de excavar un túnel por la zona de Azarquiel, Page recordó lo que ocurrió cuando fueron a ampliar este instituto.

el enterramiento judío. «Recuerdo el enorme conflicto cuando para las obras de ampliación, nos aparecieron restos fúnebres judíos», comentó. Y es que no solo se trataba de la documentación histórica o arqueológica, sino que el componente religioso era fundamental en comparación con un enterramiento cristiano o musulmán. Tuvieron que lidiar con la Ley de Moisés. «Lo pasamos muy mal», comentó, «el Instituto de Defensa Judía de Enterramientos propuso que Azarquiel se cambiara de sitio».