Aunque el periodo de negociación del ERE de CaixaBank estaba previsto que concluyese el pasado 10 de junio, finalmente el plazo se ha prorrogado hasta el 29 de junio. Esta mañana, la toledana plaza de Zocodover recogió la ruidosa protesta de sus trabajadores de toda Castilla-La Mancha en contra del ERE, por el que la entidad financiera quiere reducir la plantilla en 8.291 personas, 235 de ellas de la región.
Esta es una de las concentraciones que se han repetido en diversos puntos de la geografía nacional, junto con una jornada de huelga (ha tenido un seguimiento del 90% de la plantilla, con un 70% de las oficinas cerradas, según fuentes sindicales), para mostrar el rechazo de la plataforma de unidad sindical a la propuesta de la empresa. Uno de los aspectos reclamados por los sindicatos es que las salidas de CaixaBank deben ser voluntarias, no forzosas, como se pretende. «La empresa está diciendo que hay 700 salidas menos pero esto no es real ya que estas personas pasarían a otras empresa del grupo, con otras condiciones, y eso en realidad son despidos encubiertos», apuntó Javier Suárez, de la sección sindical de la Unión General de Trabajadores en CaixaBank en Castilla-La Mancha. «Planteamos la voluntariedad, consideramos que con un primer trimestre de casi 5.000 millones de beneficio, no nos merecemos las condiciones que nos plantean», explicó Vicente Vigara, responsable en Castilla-La Mancha de CCOO CaixaBank.
La última propuesta del banco recoge rentas mensuales del 56% del salario fijo para los empleados de entre 56 y 63 años y del 54% para los de 54 y 55 años. Todos ellos tendrían un convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63 años. La indemnización para los empleados de 52 y 53 años sería un pago único de seis veces el 52% del salario fijo. A los menores de 52 se les compensaría con 35 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades.
Los trabajadores de CaixaBank se manifiestan contra su ERE - Foto: Yolanda LanchaLos sindicatos ponían de manifiesto que este ERE ha llegado en un momento en el que la entidad ha obtenido resultados históricos, ejecutando una subida de sueldo entre sus ejecutivos. Vigara, habló de «condiciones injustas y un ERE miserable». Recordaba que en 117 años de historia, jamás había habido una huelga en la empresa. Ahora han intentado dialogar con la empresa, pero no ha escuchado sus propuestas en la mesa de negociaciones. A su juicio, el problema es meramente económico y «una empresa que ha ganado tantos millones durante 2020, un año de pandemia, en el que hemos estado con las oficinas abiertas todos los días, con miedo, sin geles ni guantes, no puede presentar este ERE».
Antonio Ruiz, del sindicato CaixaBank-Bankia, reincidió en la falta de justificación económica al ERE y la necesidad de salidas voluntarias. Además pidió una equiparación salarial y laboral entre las dos plantillas que ahora se fusionan.
Lozano, secretario del Sindicato de Empleados de CaixaBank, se lamentó finalmente de la falta de respeto de la Dirección con una plantilla que le ha llevado al éxito. Incidió en el criterio de voluntariedad y unas condiciones mínimas de trabajo, «basta ya de subirse sueldos y bonus y retribuciones desorbitadas».