La pandemia de la Covid-19 ha minado la salud de la población a escala mundial. En este contexto, España ha sido uno de los países más gravemente afectados dentro de Europa, aunque la afectación no ha sido por igual en todas las provincias españolas. Así lo atestigua un informe elaborado por el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), liderado por el investigador Sergi Trias-Llimós.

Los retrocesos más importantes de la esperanza de vida, -entendido como el promedio de vida esperado de un individuo si las condiciones de mortalidad actuales se mantienen fijas-, se concentran en las regiones del centro del país, en especial tanto en Castilla-La Mancha como en Castilla y León. Ciudad Real y Albacete son la provincias castellano-manchegas donde se más se redujo  la esperanza de vida el año pasado con respecto al periodo 20172019.En el caso de Ciudad Real, el descenso fue de entre 2,5 y 3 años, tan en hombres y mujeres, mientras que en Albacete la caída fue de entre 2 y 2,5 años en hombre y de entre 2,5 y  3 años en mujeres. Estas dos provincias de la región junto con Segovia y Salamanca son los cuatro territorios españoles que lideran el ranking por el lado negativo.

El estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona cifra en 1,5 años la caída de la esperanza de vida en el conjunto del país entre 2019 y 2020. Si la comparación es entre 2020 y el período comprendido entre 2017 y 2019 el descenso de la esperanza de vida en España es de 1,2 y 1,1 años en  hombres y mujeres.

La situación en la provincia de Toledo  es peor que la registrada en el conjunto de España, aunque la esperanza de vida no ha caído tanto como en Ciudad Real y Albacete- En el caso de Toledo, la esperanza de vida en 2020 con respecto al trienio 2017-2019 cayó entre los hombres entre 2 y 2,5 años, mientras que entre las mujeres lo hizo entre 1,5 y 2 años.

Por su parte, las dos provincias más pobladas, Madrid y Barcelona, también experimentaron en 2020 descensos sustanciales en la esperanza de vida, 2,3 en el caso de la capital de España y 2 en el de la Ciudad Condal.

Por géneros, cabe destacar que en la provincia de Segovia la esperanza de vida de los hombres se redujo en 3,5 años, mientras que para las mujeres la mayor caída se observó en Salamanca, con -2,8 años.

En la primera parte de este estudio, cuyos resultados se publicaron el pasado mes de febrero, ya se anticipaba un impacto demográfico importante de la epidemia en España. Sin embargo, por entonces sólo se disponía de datos de la primera ola y a nivel de comunidades autónomas y no de provincias. Y aunque se trata de informes preliminares, con datos que no serán consolidados hasta dentro de dos años, en España no se observaban caídas tan bruscas en la esperanza de vida de un año para otro desde la gripe española (1918-1920) o desde la Guerra Civil (1936-1939), según los autores de este estudio de la UAB.

Aunque la tónica general es de descenso, lo cierto es que hay también excepciones. Un escenario totalmente opuesto al que describen los datos de las provincias castellano-manchegas es Canarias. En Santa Cruz de Tenerife, por ejemplo, la esperanza de vida no sólo no bajó en sintonía con el resto del país, sino que aumentó en 1,1 años en los hombres y 0,6 para las mujeres, debido a la menor incidencia de la primera ola y a la menor movilidad y otras restricciones, lo que se pudo traducir en menos siniestros de tráfico o laborales.

En general, los datos indican que la esperanza de vida al nacer en el conjunto del territorio español volvió el año pasado a los niveles de principios de la década de 2000, cifrada en los 79 años. Sin embargo, el investigador Sergi Trias-Llimós es optimista y cree que si los planes de vacunación se desarrollan con éxito, la esperanza de vida en España se recuperará rápidamente hasta alcanzar niveles anteriores a la Covid.