Austeridad en el Corpus de Lagartera

Lola Morán Fdez.
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El municipio se ceñirá por segundo año a la celebración de la Santa Misa del Corpus por la pandemia. El Ayuntamiento instalará un altar en el museo como muestra de la riqueza de su fiesta

Austeridad en el Corpus de Lagartera - Foto: Manu Reino

Lagartera volverá este año a vivir un Corpus diferente, alejado del esplendor que caracteriza a esta fiesta marcada por la religiosidad, el folclore, la artesanía y donde el colorido y los olores a hierbas aromáticas se conjugan en una perfecta simbiosis que atrae a vecinos y visitantes.

La pandemia del coronavirus será otra vez la que marque esta celebración. Como informó a La Tribuna la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Lagartera, Noemí Ropero, a causa de la actual situación sanitaria, este año tampoco habrá procesión del Corpus Christi por las calles del municipio, donde tampoco se podrán contemplar los altares que cada año atraen a numerosos visitantes a la localidad.

Ropero recordó que cada año, coincidiendo con la celebración del Corpus Christi, se organizaba además una semana cultural, algo que tampoco se hará este año.

Lo que sí se hará esta semana será colocar un altar en el interior del Museo Municipal Marcial Moreno Pascual para que, si llegan visitantes a Lagartera, «puedan ver lo que se pone en el Corpus», ya que no se podrán instalar por segundo año consecutivo en las casas lagarteranas. Sin embargo, sí podrán adornarse, al igual que se hizo el año pasado, cuando algunas viviendas lucieron las tradicionales colchas bordadas en sus balcones.

Los altares deberán esperar a que se retome la procesión, que saca cada domingo de la semana del Corpus a la Custodia por las calles. Algo que, de nuevo este 2021, se hará en la iglesia, donde se celebrará la Santa Misa y desde donde se asomará la Custodia sin llegar a procesionar por la localidad «para evitar las aglomeraciones».

Mientras tanto, desde el Ayuntamiento mostrarán una pequeña representación de la riqueza de su Corpus con el altar que se instalará en el Museo, donde permanecerá probablemente hasta finales de esta semana para que los visitantes puedan contemplarlo.

La concejala de Cultura manifestó que el Corpus «es el día más grande que hay en Lagartera» y de ahí que, por segundo año consecutivo sin poder celebrarlo como suele ser habitual sea motivo de «tristeza». «La gente está esperando ese día para sacar sus riquezas, sus tesoros que tienen de labores, sus niños, para sacarlos fuera y para recibir al Santísimo», explicó, señalando que esta fiesta religiosa se vive con devoción en Lagartera, municipio con «mucha fe» y cuyos vecinos colocan sus altares «para poder recibir al Señor en sus casas».

Por ello, se vive de nuevo de una manera «triste» esta jornada, en la que se prevé que la afluencia de visitantes no sea la habitual en estas fechas. Así ha sido durante toda la pandemia, con los cierres perimetrales y las restricciones sanitarias, que han impedido la llegada de turistas. Ahora ya empiezan a llegar, según apuntó la concejala, quien dijo que ya se ven por sus calles visitantes a título individual así como alguna excursión para visitar su museo.

«El color y la vida que hay en Lagartera con motivo de la procesión del Corpus, ver todas las riquezas que sacan de labores, cuando se visten con el traje típico, eso llama mucho la atención, es muy bonito, es como ir a otra época», destacó Ropero de esta fiesta, marcada también por el olor a tomillo y a romero que cubre sus calles para el paso de la Custodia.

Esos atuendos típicos de las lagarteranas forman parte esencial de esta fiesta, en la que se pueden conocer de cerca las conocidas labores del municipio. Por sus calles pasearán vestidos con este traje las vecinas y vecinos que quieran hacerlo, si bien no podrán acompañar a la Custodia ni permanecer en sus altares. «Donde se luce realmente es en la procesión, van todas juntas y es muy bonito», señaló Ropero.