Cuando el cáncer de mama no logra vencer

Leticia G. Colao
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La talaverana Carmen Benito fue operada de un tumor en el pecho hace 18 años, enfermedad que no ha logrado cambiar su vida. Aconseja «no tener miedo» y no faltar a las revisiones.

Cuando el cáncer de mama no logra vencer - Foto: L.G.C.

El Día Mundial del Cáncer de  Mama se conmemoró ayer y lo hizo con muchas variantes, apostando por la detección precoz y contando historias llenas de esperanza. La enfermedad sigue necesitando de la celebración de este tipo de jornadas ya que, pese a los avances médicos, continúa en la cima de dolencias que necesitan más atención. En la parte positiva,  muchas de ellas se quedan únicamente como un mal recuerdo.

Carmen Benito Álvarez, de 67 años y vecina de Talavera, es una de las personas que han logrado ganar el pulso a esta lacra y, como muchos otros pacientes, lo hizo con el mejor de los ánimos y sin dejarse vencer.

La noticia le llegó unos días después de la segunda mamografía, prueba obligatoria desde los 45 años, que en su caso resultó reveladora. La talaverana recuerda que tenía 49 años, muchas ganas de vivir y ningún síntoma de que algo fuera mal. De ahí la importancia de estas pruebas que te pueden ayudar a descubrir un tumor aún escondido y hacerle frente antes de que se manifieste. «No te lo debes saltar, yo no sentía nada, ni mareos, ni vómitos, nada de nada. Si no me llaman, yo no había pasado, en las condiciones que me lo pusieron, a los siete meses ya hubiera dado problemas gordos y no me habría podido curar. Es una enfermedad oculta», indica Carmen en declaraciones a La Tribuna.

La detección precoz es una de las grandes reivindicaciones de la Asociación Española contra el Cáncer para vencer al tumor. «Es esencial», añade Benito, quien colabora con la Junta Local de la AECC desde 2005, poco después de curarse de un cáncer que, aunque lo intentó, no pudo cambiarle la vida.

La energía y las ganas de vivir son fundamentales para sobrevivir a un cáncer, y Carmen lo sabía. «Se necesita mucho ánimo, porque si no tienes alegría, tranquilidad, ni ganas de salir y te lamentas, no consigues nada», asegura.

Ella confió en los profesionales y se dejó hacer. «El médico me dijo, tienes la vida en tus manos» y le aconsejó que se dejara guiar por los expertos sanitarios, a los que Carmen agradece su profesionalidad y cariño. El tumor estaba en un segundo grado, aún sin dejarse ver demasiado, y tan solo le retiraron un cuadrante del pecho. «Me lo pillaron a tiempo», aunque con la dificultad de hallarse en el lado izquierdo, donde está el corazón, explica.

Afortunadamente, todo salió bien, y tras tres días de ingreso en el Hospital de Talavera, regresó a casa y terminó de curarse junto a su familia. También se sometió a un  tratamiento de braquiterapia, una forma de radioterapia interna que se irradia únicamente la zona u órgano afectado.

«El cáncer no se olvida, siempre está ahí, pero yo me encuentro una persona normal, no tengo nada y hago mi vida como antes». Aún así, recuerda que el  cáncer de mama es una «enfermedad muy mala, da miedo» y por ello anima a seguir el consejo de los profesionales y el apoyo de la Asociación Española contra el Cáncer, del que forma parte encantada por ayudar a los que ahora pasan por lo que ella ya vivió.

18 años después, el cáncer no ha conseguido cambiar la vida de Carmen. Tanto es así, que asegura que sigue trabajando en las labores del campo y ningún año se ha perdido la vendimia. «Incluso el año que e operaron, lo hice sentada, pero voy a seguir con mi vida».